Una Plaza de Mayo desbordada, miles de banderas flameando y un mismo grito: basta de proscripción.
Mientras la militancia peronista y de organizaciones sociales copaba el centro porteño, Cristina Fernández de Kirchner rompió el silencio desde su casa, convertida hoy en epicentro de resistencia política y popular. “Lo que más me gustó fue escucharlos cantar otra vez ‘Vamos a volver'”, dijo la expresidenta en un audio que se escuchó con suma atención en la plaza histórica.
“Como están, queridos compatriotas, yo aquí, tranquila, con prohibición de salir al balcón”, arrancó con la familiaridad de quien sabe que habla para los suyos. Desde su domicilio en San José 1111, la dos veces presidenta agradeció la multitudinaria concentración y reivindicó los doce años de gobierno nacional y popular que encabezó junto a Néstor Kirchner.
En su mensaje, Cristina Kirchner sostuvo que “este modelo que ahora encarna Milei no es distinto a los anteriores: es injusto e insostenible”. Recordó la dictadura, el sacrificio de Néstor y el intento de asesinato que sufrió en 2022. Pero, lejos de la resignación, reafirmó su compromiso: “Vamos a volver, porque tenemos algo que ellos jamás van a tener: tenemos patria, tenemos pueblo”. “Los pueblos siempre vuelven”, cerró Cristina. Y la plaza explotó.
La jornada incluyó, además, operativos policiales para frenar caravanas de manifestantes, denunciados por el peronismo como maniobras de intimidación. Aún así, la Plaza rebalsó de militancia, entre cánticos y banderas.
La movilización, que comenzó a las 14 horas y reunió a todos los sectores del peronismo, nació como respuesta a la condena judicial que pesa sobre Cristina. Gobernadores, intendentes, sindicatos, organizaciones estudiantiles y movimientos sociales confluyeron bajo una consigna clara: rechazo a la proscripción y defensa de la democracia. Axel Kicillof, Wado de Pedro y Máximo Kirchner encabezaron las columnas, mientras que en las provincias la CGT y la CTA replicaron la protesta.
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