El juez federal Sebastián Casanello tuvo que ordenar al Ministerio de Capital Humano a que presente en el plazo de tres días un “plan de distribución inmediata” de alimentos que se encuentran en depósitos o galpones “a los sectores que padecen inseguridad alimentaria”.
Mientras el ajuste golpea a millones de familias, el gobierno de Javier Milei tiene 5 toneladas de alimentos sin usar en depósitos. La insensibilidad al palo. “Ya se usán cuando las circunstancias lo requieran”, respondió el vocero Adorni con total cinismo cuando le preguntaron en conferencia de prensa.
Además, el magistrado libró “orden de presentación” para que se informe la cantidad, especie, fecha de vencimiento y otros detalles de los alimentos hallados en los depósitos, y que según se denunció serían más de 5 millones de kilos de comida que fueron comprados por el gobierno anterior.
Según la UCA, la pobreza se ubica en el 55% y la indigencia, es decir las familias que no cubren una canasta elemental de alimentos, llega al 19%. Son cifras que el país no conoce desde que fracasó el modelo de la neoliberal a principios del siglo XXI. Ese modelo es el que reivindica Milei.
