El gobierno de Javier Milei vuelve a quedar bajo la lupa. Esta vez, en Córdoba, donde la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) se ve envuelta en un explosivo caso de presuntos pagos irregulares que podrían configurar un esquema de “retornos” en beneficio de la cúpula libertaria.
El presidente de FAdeA, Julio Manco, quedó en el centro de la polémica tras las denuncias que lo involucran a él y a su entorno en un acuerdo estratégico con las empresas Hangar Uno y Alta Aviación, destinado a desarrollar nuevos servicios de mantenimiento para aeronaves ejecutivas y helicópteros.
Según trascendió, una empleada vinculada al gerente comercial de FAdeA, Pablo Salort, habría retirado de manera insólita una suma en efectivo cercana a 10 mil dólares, tras solicitar originalmente 30 mil. El hecho fue filmado, denunciado internamente y quedó registrado ante escribano público. El episodio, con fuertes sospechas de “retorno” en contratos inflados, fue elevado al área de Asuntos Legales, Ética y Compliance de la propia fábrica.
La denuncia recuerda al caso Spagnuolo, donde también se investigan supuestos retornos a través de contratos con empresas privadas que involucran al Laboratorio Suizo-Argentino, a Lule y Martín Menem, e incluso a Karina Milei.
Una trama de poder y negocios
Manco, designado en febrero de 2025 tras la renuncia de Fernando Sibilla, intentó bajar el perfil del escándalo. Según versiones internas, incluso habría buscado desplazar a los empleados denunciantes, entre ellos Juan Ronco, analista de Desarrollo de Negocios.
Las sospechas también alcanzan al contrato firmado con Alta Aviación, que en la gestión anterior estaba tasado en 10 mil dólares mensuales por el arrendamiento de un hangar y horas técnicas a 45 dólares. Con Manco, el monto bajó a 2 mil dólares mensuales, con seis meses de gracia y 25 dólares la hora, lo que disparó las críticas internas y acrecentó las dudas sobre la transparencia de la operación.
Manco y Salort se conocen desde el gobierno de Mauricio Macri, cuando el hoy presidente de FAdeA estuvo a cargo de la flota aérea presidencial y mantuvo vínculos con Airbus, donde Salort oficiaba de intermediario. Testigos de la época recuerdan incluso viajes juntos a la planta de Airbus Helicopters en Francia.
Escándalo en puerta y la justicia en la mira
El caso ya llegó al despacho de Diego Chaher, secretario de Empresas y Sociedades del Estado, quien tiene bajo supervisión a FAdeA en el marco del plan de privatizaciones. El affaire Manco-Salort amenaza con convertirse en otro escándalo nacional y agravar la crisis política de Milei, cuya gestión viene golpeada por denuncias de corrupción en distintos frentes.
Lejos de ser un hecho aislado, lo ocurrido en Córdoba parece confirmar que la ola de coimas y retornos empieza a salpicar también al sector científico-tecnológico, hasta ahora presentado como “intocable” por el oficialismo.
Fuente: Primereando Las Noticias
