Cae un 30% la facturación del campo a pesar de la quita de retenciones

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La combinación de la caída en los precios internacionales, el aumento en costos de insumos y energía, y las retenciones mantiene al sector agroexportador en un escenario crítico. “Estamos en los ’90 pero con retenciones”, afirmó un productor a LPO, recordando la crisis que afectó a pequeños y medianos productores en aquella década.

Fuentes del sector advierten sobre un aumento en la venta de tierras en zonas productivas, lo que podría marcar una nueva tendencia hacia la concentración de la propiedad agrícola, algo que no se veía desde hace años.

La baja de retenciones anunciada por Luis “Toto” Caputo buscaba obtener 3 mil millones de dólares de la liquidación de soja. Sin embargo, las expectativas no se han cumplido y el despacho del grano avanza a un ritmo inferior al esperado.

Según fuentes del sector, la reducción de los derechos de exportación se vio absorbida por otros factores, y las perspectivas siguen siendo desfavorables debido a los precios internacionales y las medidas proteccionistas de Trump, que afectan la comercialización de soja, trigo y maíz.

Los productores se mantienen atentos tanto a las condiciones climáticas, esperando lluvias tras meses de sequía, como a las negociaciones del gobierno con el FMI, ya que el tipo de cambio resultante podría ser determinante para el sector.

La incertidumbre económica frena la actividad, y los agricultores dudan en adquirir insumos para los cultivos de invierno, afectando a la industria agroquímica, que ya enfrenta una caída del 30% en su facturación.

El caso de Los Grobo y Surcos ha dejado en evidencia los riesgos del sector y el temor a un efecto dominó. No obstante, la solidez de cada empresa influirá en su capacidad de resistencia. Por ejemplo, Rizobacter, del grupo Bioceres, logró cancelar 21 millones de dólares en Obligaciones Negociables, mientras que Los Grobo y Surcos incumplieron contratos por 300 millones de pesos.

Para Eduardo Buzzi, expresidente de la Federación Agraria durante el conflicto por la Resolución 125, la reducción de seis puntos en las retenciones es un alivio insuficiente. “Es homeopático”, declaró a LPO, calificando de “delirio” la meta del gobierno de obtener 3 mil millones de dólares en un mes.

Buzzi también criticó las condiciones impuestas para la liquidación, que obliga a los productores a rendir el 95% de la venta en solo 15 días. Según él, era más favorable el “dólar soja” impulsado por Massa, que ofrecía un tipo de cambio más conveniente y transparente.

Para los productores, el problema central es la fragilidad del modelo económico. “Lo que propuso Caputo no es un alivio real. Para potenciar el sector más competitivo del país, se necesita un tipo de cambio flotante y eliminar impuestos como las retenciones”, señalaron. Sin embargo, advirtieron que la estrategia del gobierno actual podría conducir a una estabilidad económica que compararon con “la de los cementerios”.

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