Otra automotriz que se va del país: Nissan dejará de producir en Argentina e importará desde México

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La crisis en la industria automotriz argentina se profundiza con la inminente salida de Nissan del país. La automotriz japonesa se suma a una creciente lista de empresas que achican sus plantas, suspenden proyectos o directamente abandonan Argentina ante la falta de políticas productivas y un contexto económico adverso.

La planta de Santa Isabel en Córdoba, donde se fabrican las pickups Nissan Frontier y Renault Alaskan, se encuentra en una situación crítica. Según información proveniente de autopartistas y del sindicato SMATA, el fin de la producción de Nissan en Argentina parece inevitable. La imposibilidad de competir con los costos de México y Brasil, la nula estabilidad macroeconómica, la apertura indiscriminada de importaciones y la falta de una estrategia industrial clara han sido factores determinantes en la decisión de la automotriz de cesar su actividad en el país el 31 de diciembre de 2025.

El impacto es devastador para el empleo: 600 trabajadores de la planta de Santa Isabel verán comprometidos sus puestos de trabajo. La cancelación del Proyecto H60E, que contemplaba una inversión de 200 millones de dólares para la producción de nuevos modelos en Argentina, aceleró la decisión de Nissan de abandonar la producción local. Mientras tanto, el proyecto seguirá adelante en México y Tailandia, dejando al país fuera del mapa productivo de la marca.

La producción de la pick-up Frontier/Navara y su gemela Renault Alaskan lleva meses en crisis, con reducciones drásticas en la producción: de 35 mil unidades anuales a solo 12 mil. El plan original de 2017 contemplaba la fabricación de tres pickups en Santa Isabel, pero la cancelación de la Clase X de Mercedes-Benz, sumada a la baja demanda, profundizó la crisis. Con la retirada de Nissan, Renault quedaría con el control total de la planta, aunque la continuidad de sus propios modelos Logan, Sandero y Stepway también es incierta, dado que la producción en Brasil de estos vehículos ya se encuentra en su fase final.

El retiro de Nissan no es un hecho aislado, sino parte de una crisis generalizada en la industria automotriz argentina. La combinación de políticas erráticas, costos elevados y falta de previsibilidad está empujando a las grandes automotrices a reducir o eliminar su presencia en el país. En Santa Isabel, el clima laboral es tenso, con personal suspendido y programas de actividad reducidos, que contemplan semanas enteras sin producción y suspensiones rotativas. El gremio SMATA ya ha tomado medidas de fuerza y ha advertido sobre las consecuencias de este colapso.

El caso de Nissan es un reflejo de lo que está ocurriendo en toda la industria automotriz argentina. Las terminales y autopartistas están en crisis, con recortes de personal, cierre de proyectos y reducción de inversiones. Sin una estrategia industrial clara, el país está perdiendo su capacidad productiva en un sector clave para la economía y el empleo. La incertidumbre reina en el sector, y el futuro de la producción automotriz en Argentina es cada vez más sombrío.

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