El ministro y candidato a la presidencia, Sergio Massa, continúa basando su campaña en los resultados de la administración de la economía. Con más de 100 por ciento de inflación anual y la actividad económica estancada, se trataría de una tarea con final anunciado en casi cualquier país del mundo. ¿Quién gana una elección devaluando en campaña? Pero al ser la Argentina la tierra en donde fracasan todas las teorías económicas -como dijera el Nobel Simón Kuznets- todo está por verse.
El equipo económico conducido por el tigrense apuesta a mitigar los efectos del encarecimiento del dólar con distintos estímulos ajustados a las diferentes realidades. En el último mes anunciaron medidas que impactan en casi todos los niveles de la pirámide de ingresos. Desde la devolución del IVA en la compra de alimentos, hasta la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias o el bono para los trabajadores informales recientemente comunicado. Sin embargo, los efectos estimulantes de ese paquete fiscal se diluyen al ritmo del alza de los precios.
Es por eso que, la principal apuesta del equipo económico pasa por moderar la inflación. Confían en poder lograrlo en el interior del Palacio de Hacienda. La decisión oficial de publicar semanalmente las subas de los precios refleja el optimismo del gobierno en que la inflación se modere luego del salto brusco, consecuencia de la devaluación. El tipo de cambio fijo de las próximas semanas oficiaría como ancla para el resto de los precios de la economía, según analizan en el entorno de Massa.
No obstante, no pocas consultoras advierten que de la mano de fuertes subas en alimentos la inflación de septiembre no modera, al punto que algunas proyectan en torno a 13% la suba de los productos de la canasta básica. Sin embargo, por lo que pudo averiguar este medio, tanto supermercados, como almacenes y carnicerías (de gran incidencia en el precio de los alimentos) reconocen moderación de la inflación. Subas en valores elevados, pero más bajas que en agosto.
Los consumidores no convalidaron las subas de la carne
La carne tiene un peso relevante en el promedio ponderado con que Indec mide el comportamiento de los precios. Lo que significa que, si todos los cortes de carne vacuna medidos por el instituto nacional de estadística bajan en promedio 10%, la inflación baja poco más de medio punto porcentual. Y en las últimas semanas se advirtió una baja en el precio de los cortes vacunos, luego del salto que dio a mediados de agosto por el encarecimiento del dólar oficial.
En el sector ganadero explican que la tendencia del precio venía al alza porque, concluida la sequía, es rentable engordar los animales a campo. En consecuencia, se demora la faena, lo que ocasiona menor oferta de carne en el corto plazo. A esto se le sumó el salto del dólar que encareció el precio del alimento para engorde. Por eso, la carne tuvo un incremento de 70% que se intentó trasladar a mostrador. Alta inflación e ingresos deprimidos generó una consecuencia obvia: el consumo de carne cayó en las últimas semanas.
Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria de la Carne, comentó a La Nueva Mañana que “la venta se paralizó” en las carnicerías. Esto afectó la dinámica de toda la cadena hasta repercutir en mercad de los animales en pie en donde el precio por kilo pasó, en el último mes, de “$500 a 900 pesos, para luego bajar por falta de demanda hasta los $700”. Esto es lo que ocurre en el corazón del precio de los cortes vacunos, luego cada carnicería acomoda los valores según el bolsillo de su clientela. Si bien este precio puede significar un alivio para las mediciones semanales de este mes, conforme aumente el consumo, no se descartan actualizaciones de precios.
Los alimentos en supermercados escalan menos que en agosto
Asimismo, en los supermercados se advierte una merma en las subas. La inflación continúa elevada, pero se moderó el alza, explicó a LNM Víctor Palpacelli, presidente de la Federación Argentina de Supermercados. De casi once puntos de incremento que registraron en agosto, proyectan que el aumento promedio de las listas que recibieron los supermercados fue de 8% en septiembre. Tras la devaluación, recibieron listas de precios con “incrementos de hasta 30%”, después de allí fueron “regulando”, ya sea porque los supermercados no convalidaron los precios o por el nuevo acuerdo de precios, que llevó unos “20 días su implementación”, señaló.
Sobre el acuerdo de precios para contener los efectos del encarecimiento del dólar, que prevé retrotraer los precios al 14 de agosto y fijar en 5% el tope de aumento, Palpacelli destacó que no todos los proveedores adhieren, y quienes se aggiornan lo hacen con “condicionamientos”. Hay “entregas acotadas, topes máximos de compras o retracción de precios, pero con la condición de pago al contado”, remarcó quien también preside la cooperativa Almacor.
El comercio minorista tiene expectativa en las medidas para recuperar ventas
Asimismo, destacó el efecto “extraordinario” de la devolución del IVA en las compras que permiten amortiguar la caída de ventas que están teniendo los supermercados en relación al año pasado. Lo mismo advierten los almaceneros cordobeses, quienes al ser consultados por este medio reconocieron que la medida tuvo una “buena recepción”. “Se vio un movimiento en almacenes en general, pero también verdulerías, carnicerías, pollerías”, destacó Vanesa Ruiz, vocera del Centro de Almaceneros.
En el sector esperan que el efecto de la devolución del IVA en el consumo les permita recuperar volumen de ventas y revertir la cantidad de mercadería vendida respecto al año pasado que se encuentran con números en rojo. Ruiz expuso que tienen expectativa de recuperar en octubre porque la medida se anunció a mitad de mes, cuando muchos ya no tenían tano para gastar con débito. Además, señaló que advierten un aumento del uso de la tarjeta de crédito para consumir alimentos, por lo que considera que también debiera haber devolución del IVA en esas compras.
En el comercio minorista confirman lo que señalamos en anteriores entregas sobre las subas de precios de cobertura que ocurren durante los escenarios devaluatorios. En donde, las semanas posteriores a los movimientos en el dólar son de alta volatilidad por incertidumbre. El comercio, al no tener precio de reposición, sube preventivamente para no vender por debajo del costo. Una vez aclarado el panorama, los precios se estabilizan ajustándose al consumo.
Fuente: La Nueva Mañana