El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, asumió este domingo la presidencia del G20 con un llamado a evitar que “cuestiones geopolíticas secuestren la agenda” del bloque, y señaló su oposición a discutir el conflicto en Ucrania.
“No podemos dejar que cuestiones geopolíticas secuestren la agenda de discusiones del G20”, expresó Lula en el cierre de la cumbre de dos días que culminó este domingo en Nueva Delhi, la capital india.
“No nos interesa un G20 dividido (…) Necesitamos paz y cooperación en vez de conflicto“, añadió el líder del PT, al asumir la presidencia temporal del bloque de manos del primer ministro indio, Narendra Modi.
El mandatario brasileño anunció ante sus pares del G20 las tres prioridades de la agenda brasileña del G20: la lucha contra la desigualdad y el hambre, el combate contra el cambio climático y la reforma de las instituciones de gobernanza internacional.
La guerra en Ucrania
En una entrevista con la televisión india, Lula afirmó que la guerra en Ucrania no debe formar parte de la agenda del G20, que debe estar centrado en temas sociales y económicos.
Lula tocó el tema un día después de que el grupo de las 20 grandes economías emitiera una declaración final en la cual evitó criticar a Rusia por la invasión a Ucrania, un reflejo de la falta de consenso en el bloque sobre el tema.
Estados Unidos y algunos países europeos querían que el G20 emitiera una condena a Moscú, pero no hubo consenso, incluso, sobre la presencia de Rusia en la cumbre.
El presidente ruso, Vladimir Putin, no participó en la cita de Nueva Delhi, donde fue representado por su ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov.
Tampoco asistió en forma presencial el presidente de China, Xi Jinping.
El pronunciamiento del G20, dado a conocer el sábado, al final del primero de los dos días de la cumbre, denunció el uso de la fuerza para lograr ganancias territoriales, pero evitó criticar directamente a Rusia por la invasión lanzada en febrero de 2022.
Lula también anunció que la próxima cumbre del G20 será en noviembre de 2024 en Río de Janeiro.
Fuente: La Nueva Mañana