Radiografía de la crisis: el crédito avanza por también la mora en todos los estratos

Creditos economicos
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Cuatro de cada diez familias usaron ahorros o vendieron bienes este año. Un tercio está endeudado por $3,7 millones promedio. Los cheques rechazados marcaron récord desde 2020 y crece la irregularidad entre bancos y financieras. Jóvenes y mujeres siguen siendo los más excluidos del crédito, mientras el sistema reclama aflojar el apretón monetario para evitar un freno mayor.

El endeudamiento se convirtió en la variable que mejor sintetiza la crisis de ingresos en Argentina. En un país donde se trabajan más horas, pero el bolsillo rinde cada vez menos, los hogares combinan salarios deteriorados, precarización y una carga creciente de trabajos no remunerados con un modelo financiero que gana terreno sobre la vida cotidiana. El resultado es un paisaje económico marcado por la emergencia permanente: al menos el 47% de los hogares no llega a fin de mes y debe financiar el consumo básico por fuera de sus ingresos. En otras palabras, la crisis de ingresos es el corazón del problema: un tercio de la población mantiene deudas con bancos y financieras por un promedio de $3,7 millones, un monto incompatible con los niveles actuales de ingreso formal ya que la mitad de los trabajadores registrados cobra menos de $1,3 millones, apenas por encima de la canasta básica.

Frente a esa brecha, las familias apelan a múltiples estrategias de supervivencia: cuatro de cada diez hogares usaron ahorros o vendieron pertenencias en el primer semestre del año, mientras se profundiza la migración hacia créditos personales, tarjetas y financieras. De hecho, los préstamos de bancos y financieras se incrementaron 10,8 puntos entre el segundo semestre del 2003 y el primer semestre de 2025. El deterioro también se refleja en otros indicadores del sistema: los cheques rechazados alcanzaron un récord de cinco años, y la mora empezó a crecer entre los sectores de mayores ingresos, una señal que quiebra patrones históricos y revela un nivel de estrés financiero más extendido. Al mismo tiempo, se mantienen brechas estructurales: los jóvenes acceden menos al crédito y presentan más atrasos, y las mujeres reciben montos menores y dependen en mayor medida del sistema no bancario.

El resultado es un círculo de sobreendeudamiento que erosiona los ingresos disponibles y obliga a refinanciar deudas con nuevas deudas, incluso dentro del sistema bancario. Mientras tanto, entidades públicas y privadas piden al Gobierno “aflojar” el apretón monetario para aliviar la liquidez y reactivar un crédito que se mantiene estancado.

Crédito, mora y brechas

El modelo financiero penetra cada vez más en una sociedad que trabaja más horas pero igual no le alcanza, mientras enfrenta mayor precarización y carga de trabajos no remunerados, a la vez que gestiona un creciente endeudamiento.

Al respecto, la actividad de intermediación financiera con el sector privado continuó creciendo. El saldo real de crédito al sector privado en pesos en el conjunto de entidades financieras aumentó 0,7% mensual y 56% interanual en el octavo mes del año (según datos del Banco Central –BCRA-). El mayor dinamismo fue para los préstamos con garantía real. Dentro de este último segmento, se estima que durante el período se incorporaron unos 4.200 nuevos deudores de crédito hipotecario, acumulando 38.000 en los últimos 12 meses. Por su parte, el saldo de financiamiento al sector privado en moneda extranjera se incrementó 10,2% en el mes (160% i.a.). 

Fuente: eldestape



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