Contracción industrial y un dólar en la mira: la encrucijada económica del Gobierno

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En la última semana, indicadores oficiales evidenciaron la dinámica que arrastra la economía mediante el estado de situación de áreas claves. Mientras que, asimismo, declaraciones del presidente en su gira por Estados Unidos arrojaron luz sobre la política cambiaria que adoptará el Gobierno. 

Por un lado, los datos de Indec de la industria dan cuenta que la producción manufacturera no es la prioridad del gobierno anarcolibertario. Septiembre fue un mal mes, dentro de un mal año, en donde 6 de 9 sectores analizados mostraron números negativos en comparación con el mes anterior. Mientras que la tendencia que se observa en el informe oficial es la de la contracción de las unidades fabriles en casi todos los meses del corriente año. 

Si bien en el acumulado del 2025 el saldo es positivo en comparación con el mismo periodo del 2024 (enero-septiembre), vale aclarar que la referencia de comparación es muy baja. Para contextualizar este dato hay que recordar que en el acumulado de los primeros nueve meses del año pasado, toda la industria llevaba cayendo 13 por ciento.  

Por tanto, aunque algunos sectores muestran durante este año una performance interanual positiva, la recuperación que evidencian no llega a netear la contundente caída que experimentaron hace un año atrás. Es el caso de la industria de la madera, como así también la química o el complejo automotriz, por mencionar solo algunos casos. Mientras que la industria textil continúa cayendo pese a que viene de un desplome de 13%, hace un año atrás. Claramente, la apertura importadora y el desplome de la demanda impactan de lleno en el mundo de la producción y en especial en el rubro textil.  

Con dólar barato y desregulación externa las importaciones volaron

Esto último queda evidenciado en el último informe de comercio exterior, también de Indec. En él se observa un incremento de las cantidades importadas por sobre las exportadas. Siempre refiriendo a volúmenes, las importaciones aumentaron un 39% muy arriba de las exportaciones que lo hicieron 8%. La mala performance de la industria se advierte en el desempeño del comercio exterior de Argentina, en donde las exportaciones del entramado fabril cayeron respecto al año pasado.

Mientras que, del otro lado, las importaciones de bienes producidos al interior del país incrementaron con fuerza. Es el caso de vehículos con un aumento de 125%, los bienes de consumo lo hicieron en 63% y los textiles subieron 31%. Otro dato a destacar es el de los insumos industriales que en este contexto de apertura comercial y dólar barato solo incrementaron 10 por ciento, consecuencia del desplome de la industria y la recesión económica.  

Los tres escenarios que pueden darse en el frente cambiario

En efecto, lo que haga el gobierno con el tipo de cambio será determinante tanto para la industria como para el comercio exterior. Al momento, el dólar se abarató $70 desde la elección del 26 de octubre, cerrando la semana a la baja. Con lo cual, la pregunta que surge aquí es si efectivamente oscilará en la franja de $1.400 y $1.500 o si se moverá en otros valores (tanto por arriba o debajo de esa referencia). Esto es clave ya que el tipo de cambio incide en la balanza comercial y además porque en el primer trimestre del próximo año hay importantes vencimientos de deuda en dólares.

Sobre esto, el Presidente afirmó que la estrategia de las bandas de flotación se mantendrá durante todo su mandato. Teniendo en cuenta que el desafío de la economía es la acumulación de reservas y salir de la recesión, la calve está en si habrá o no cambios al interior de la estrategia de las bandas cambiarias, señaló el director de la Fundación Capital, Carlos Pérez.

Escenarios

Al ser consultado por La Nueva Mañana, el ex director del Banco Central destacó que, para evitar el riesgo de una apreciación del tipo de cambio, continuando con el esquema de bandas, hay tres posibilidades, “desde el punto de vista tórico”. Por un lado, pueden mantener el esquema, pero “reformulando el valor de los rangos de las bandas” que actualmente ajusta al 1% mensual y ese valor podría actualizarse para arriba al tener una inflación mensual de 2%.  

“Otra posibilidad”, señaló Pérez, es que no toquen la actualización de las bandas y que haya “un tsunami de reformas estructurales que mejoren sustancialmente la productividad económica y que no requieran de un tipo de cambio alto”. Lo cual hoy luce con poca probabilidad porque el Gobierno “ganó gobernabilidad, pero va a tener que negociar en el congreso”.

Un tercer escenario sin cambios en la política cambiaria y que no necesita de leyes del congreso es que reciban financiamiento constante de EE.UU. y bancos de inversión, que baje el riesgo país “en torno a los 400 puntos básicos que permitan financiarte a baja tasa y puedan generar el flujo de dólares que necesitan de manera regula y continua”, explicó Pérez. Sin embargo, podría pasar que baje el riesgo país, “pero no tanto”, “lleguen algunos flujos, pero no los suficientes”, “puedan colocar deuda, pero no lo deseado”, que llevaría a un escenario de “presión cambiaria, promediando el 2026, que te puede llevar a una reformulación de bandas o a un régimen de flotación”.

Fuente: La nUEVA Mañana

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