Mientras Milei considera su gestión de gobierno como un modelo hiperexitoso, el presidente Trump considera a la Argentina como un país moribundo. Evalúa que Milei está haciendo lo mejor que puede pero no va genial, tiene sus limitaciones. Diríamos que está peleando una calificación de satisfactorio.
Se ha argumentado que las declaraciones de Trump van dirigidas a la población de su país, donde surgen quejas por el apoyo a Argentina en medio de una crisis interna en EEUU. Esta explicación es débil en esta era de comunicaciones, ninguna declaración queda reducida geográficamente.
Ante el anuncio de compra de carne a Argentina surgieron protestas en distintos sectores de EEUU. Por un lado la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, puso en duda la compra por el riesgo de fiebre aftosa. Es claro que Argentina está libre de aftosa, aunque esta excusa ha sido utilizada en ocasiones anteriores. Por otra parte la senadora demócrata Nydia Velázquez envió una carta junto a 35 congresistas pidiendo explicaciones al secretario Bessent, solicitando información detallada de la ayuda a brindarse a Argentina, luego del anuncio del swap.
Claramente el salvataje que intenta Trump está generando resistencia tanto en su país como en el nuestro. Además la ayuda otorgada y prometida no ha logrado hasta el momento calmar la situación financiera. Parece que no hubiera suficientes dólares para satisfacer la demanda.
Llegamos así a estas elecciones de medio término en medio de conflictos en los que el gobierno nacional se debate entre crisis y escándalos.
El gobernador de Mendoza y aliado de LLA, Alfredo Cornejo, reconoce que Argentina no crece desde el gobierno de Cristina Fernández. A su vez Juan Manuel López, que inicialmente apoyo el programa de Milei, consideró que este gobierno dio lo que podía.
Es que llegamos a estas elecciones con un sinnúmero de problemas. El proceso por $LIBRA sigue su curso en la Justicia. También la porfía del gobierno en desconocer leyes aprobadas y ratificadas luego de los vetos: presupuesto para el Garraham, para las universidades nacionales, para ayuda a discapacitados; algunas de las cuales demandan un esfuerzo presupuestario poco significativo. Además inciden los hechos de corrupción denunciados por Spagnuolo. La injerencia del narcotráfico en las campañas electorales que hasta el momento han salpicado a Espert, Villaverde y la misma Bullrich es otro punto álgido que afecta la imagen del gobierno. Debe mencionarse asimismo el recurrente apaleo a jubilados los días miércoles, día elegido para expresar sus protestas por los bajos haberes generales.
Los hechos mencionados dan un pronóstico electoral poco favorable al oficialismo que desespera por mostrar un triunfo a Trump para que continúe la ayuda prometida. Por esta razón el gobierno intentó sumar todos los votos obtenidos como en una elección de distrito único. La Justicia Electoral ha rechazado esta pretensión. Habrá que esperar hasta los resultados del domingo.
En la provincia de Buenos Aires existe el antecedente de la elección provincial. Salvo algunas disidencias menores en el peronismo no se advierten razones para que se revierta el resultado. También en la provincia de Santa Fe el resultado para LLA fue pobre en las elecciones constituyentes, resultado que se espera se repita.
En nuestra provincia la liga liderada por Juan Schiaretti se plantea como un serio adversario. Además la candidatura de Natalia de la Sota genera adhesiones inesperadas. Se advierte en distintos dirigentes una seria crítica al centralismo del AMBA por su intento de condicionamiento a la política local, lo que también cuestiona a LLA.
Habrá que aprovechar el tiempo de reflexión que se abre para concurrir a la elección del domingo y ver con qué país nos encontramos el lunes.
Por El Equipo de Perspectivas Desde el Sur
