Las y los argentinos estamos transitando uno de los momentos económicos, sociales y culturales más difíciles de nuestra historia. El poder político de turnose empeña en llevar al parlamento a personajes cuya capacidad de debate, de generar consensos y de legislar en el Congreso es prácticamente nula, limitándose a degradar la institucionalidad de nuestra cámara.
Esta semana, el INDEC informó sobre la capacidad instalada utilizada de la industria, mostrando un retroceso fenomenal: más de cuatro máquinas de cada diez se encuentran ociosas.
El extremo se da en las textiles, con seis de cadadiez máquinas inactivas. A esto se suma el informe de FIEL, que midió una caída del 3% en septiembre con respecto a agosto, y un -4,5% en comparación con agosto de 2024. Solo la refinación de petróleo sostiene los indicadores, siendo el único sector industrial con buen performance.
Asuvez,elEstimadorMensualdeActividadEconómica(EMAE)publicadopor el INDEC el 22/10, nos permite deducir al comparar periodos homogéneos (enero-agosto 2023/2024/2025), que la caída en el nivel de actividad es estrepitosa en sectores que afectan a la mayoría de la población, como la industria manufacturera, la construcción y el comercio (mayorista, minorista y reparaciones). El indicador global se sostiene en un número que no parece tan alarmante gracias a sectores como la intermediación financiera, la agricultura, ganadería y silvicultura, y la explotación de minas y canteras, los cuales están viviendo un veranito económico. Si bien es deseable que a todos los sectores les vaya bien, estos guarismos están marcando una profundización en ladesigualdad entre los argentinos. Mientras estos sectores concentrados y poderosos crecen, las actividades que engloban a la mayoría se encuentran en valores muyinferioresalosdel mismoperíodode2023,queyafueunaño difícil.
Mientras tanto, el Estado argentino sigue perdiendo dólares por la vía de la venta de divisas a personas humanas, por viajes al exterior y gastos con tarjetas de crédito, además del crecimiento de las importaciones de bienes de consumo.Con ello, la pizarra del Banco Nación muestra un crecimiento sostenido del dólar y dado que el BCRA ya dilapidó todos sus recursos, el gobierno recurrió alTesoro de los EEUU y ahora también a JP Morgan, que hoy están al frente del timón económico y, con ello, de la suerte de las y los argentinos.
Es justamente por eso que creo que debemos reaccionar con el orgullo, el fervor, elsentimiento yelpatriotismo quenosembargacada cuatroaños con un Mundial defútbol,ocuandounargentinosesubeaunmonoplazadeFórmula1,ocuando disputa una pelea boxística internacional.
Comoargentino,quieroinvitarteamanteneresa argentinidaddurantetodoel día, todos los días del año. No podemos permitir que un presidente argentino vaya a Washington a la Casa Blanca y sea ninguneado por Donald Trump, quese dio el lujo de no contar con traductor mientras Milei hablaba, dejando ver que noentendiónadadeloquedijo.Elloesundesprecionosoloalpresidente,sino
también al pueblo argentino, y encima, el presidente se contentó con recibir un fibrón que utilizó Donald Trump para estampar su firma en un documento.
Mucho menos podemos permitir que nuestra economía y nuestros recursos naturales sean manejados por una de las potencias mundiales a su antojo y directamente en contra de nuestros intereses.
Es por eso que quiero invitarte a reflexionar y, por sobre todas las cosas, quiero invitarte a ser argentino de tiempo completo, y a hacer lo que haga falta para que ello deje de ser una utopía y pase a ser una feliz y próspera realidad.
Por Ariel Chiarotti



