La Unión Industrial Argentina (UIA) encendió las alarmas por el avance del contrabando y denunció un fuerte retroceso en los controles aduaneros, que facilitan el ingreso de productos ilegales al país. En un comunicado, los industriales señalaron que el “vacío legal” en la Aduana está generando competencia desleal y apuntaron directamente a la gestión que responde al asesor presidencial Santiago Caputo.
Según los empresarios, el descontrol es evidente: desde mercadería que entra por contenedores en los puertos sin pasar por revisiones exhaustivas, hasta bagayeros que cruzan ropa, calzado y electrónicos en las fronteras con Bolivia, Paraguay y Brasil. La venta online de estos productos —a menudo falsificados y sin pagar impuestos— agrava la crisis para los fabricantes locales.
“La frontera se volvió más permeable que nunca”, advierten en la UIA. Relatan que en La Quiaca, Aguas Blancas y la Triple Frontera se multiplican los cargamentos de alimentos, bebidas, calzado, celulares y hasta electrodomésticos que ingresan de forma ilegal. A esto se suma la liberación de los controles de calidad: ya no se exige que los productos importados certifiquen bajo normas locales, basta con papeles emitidos en el país de origen.
El informe interno de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) refuerza las denuncias: más de 190 cámaras de seguridad de la Aduana están fuera de servicio o mal orientadas, lo que facilita maniobras irregulares. Industriales y despachantes señalan, además, que proliferan los pedidos de sobornos a cambio de liberar mercaderías en un contexto de importaciones récord.
Desde el sector textil, del calzado y de la electrónica alertan que hasta un tercio de los celulares que se activan en el país entraron por contrabando, en tanto que millones de pares de zapatillas falsificadas se ofrecen en redes sociales tras cruzar las fronteras norteñas en bagayo.
La UIA advirtió que esta situación no solo daña a las empresas que pagan impuestos y cumplen con la normativa, sino que también representa un riesgo para los consumidores, ya que muchos de los productos que llegan sin control no cumplen con estándares básicos de seguridad o sanidad.
En la Aduana, bajo la órbita de José Velis —hombre de confianza de Caputo—, las críticas se acumulan. Industriales, importadores y hasta legisladores denuncian falta de controles, connivencia con redes de contrabando y un relajamiento deliberado de las revisiones, lo que, según la UIA, está socavando las bases mismas de la producción nacional.
Fuente: Primereando Las Noticias