En la inauguración, actores, directores y miembros del sector audiovisual se pronunciaron contra los recortes en cultura, el posible cierre de Cine.Ar y otras medidas del gobierno nacional.
Son casi las cuatro de la tarde y en la capital provincial el sol no da tregua. De gala y con anteojos oscuros, varios actores, actrices, directores y figuras llegan al Teatro Argentino para la inauguración de la tercera edición del Festival Internacional de Cine de la Provincia de Buenos Aires (FICPBA), el evento cinematográfico que hasta el 9 de octubre brindará proyecciones libres y gratuitas en varias salas de La Plata y en otras ciudades de la provincia, como Mar del Plata y Necochea. Entre abrazos, sonrisas y reencuentros en la alfombra azul que está ubicada en la entrada del teatro, el clima es de alegría y expectativa: cuando empiece la ceremonia se otorgarán premios a la trayectoria a varias de las personas que ahora posan y saludan a público y periodistas; la actriz y dirigente sindical Alejandra Darín, fallecida en enero, recibirá un homenaje, y el cierre musical de la mano de Lito Vitale, Juan Carlos Baglietto, Emme y GSony buscará levantar de sus sillas a los presentes.
A medida que los actores y actrices hacen su aparición, algo se repite: entre vestidos y trajes, muchos de los artistas eligieron llegar a la ceremonia usando remeras con lemas u homenajes. Julieta Díaz es una de las primeras en aparecer, y no pasa desapercibida: la actriz lleva una remera negra que en letras blancas dice “NO al ajuste en discapacidad”. A ella se le suma el actor Juan Palomino, oriundo de la ciudad de las diagonales, que lleva una remera con las siglas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Minutos más tarde, hace su aparición Cecilia Rossetto, con una remera con la cara del Polaco Goyeneche. Rossetto posa como una rockstar y saluda al público. Al ser consultada sobre su visita a la capital provincial con motivo del evento, la actriz dice: “Ustedes tienen suerte, algún día me voy a venir a vivir a La Plata. La provincia es una especie de oasis frente a lo que se vive en nación”.
Remeras con denuncias, remeras que rinden tributo a personajes populares y argentinos. Entre un grupo de invitados se ve una camiseta con la cara de Evita, en otra la de Atahualpa Yupanqui. Si hay una forma rápida de viralizar un mensaje, es ir a un evento público con una remera que condense aquello que se quiere decir. El escenario, las fotos y la prensa harán el resto.
Tanto la remera de Díaz como la de Palomino hacen eco de dos de las políticas de ajuste más controvertidas y brutales que lleva adelante el gobierno nacional: no promulgar la Ley de Emergencia en Discapacidad y el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, que de ser rechazado en el senado es posible que tenga el mismo destino que la ley anteriormente nombrada. El cine no corre mejor suerte: el gobierno pretende cerrar Cine.Ar (canal y plataforma esencial para la difusión del cine nacional), desfinanció el INCAA y lleva adelante un plan sistemático de persecución y censura contra las voces de los artistas que no están alineados ideológicamente con la ultraderecha.
El cierre musical fue de la mano de Lito Vitale y Emme, entre otros.
Son tiempos difíciles para el país, de eso no hay dudas. Tal vez por eso mismo, que exista un festival estatal de estas características representa, como dijo Rossetto, “un oasis”, y eso es digno de festejo. Con México como invitado de honor y películas de más de treinta países, el FICPBA pone en diálogo la identidad, la soberanía y la diversidad audiovisual bonaerense y, en palabras de Paula de Luque, su directora, “es para que una sociedad y un pueblo tenga donde mirarse, cuente sus propios relatos, sea alguien y tenga la autoestima alta; sea firme en eso que llamamos identidad”. Por eso, en concordancia con las políticas llevadas adelante por el Instituto Cultural, el festival no se proyectará exclusivamente en La Plata, sino en setenta salas a lo largo y ancho de la provincia, además de cárceles, centros culturales, comedores populares y geriátricos. Como afirma Florencia Saintout, presidenta del organismo: “El cine tiene que ser para todos”.
Después de la alfombra azul se da inicio a la ceremonia, y artistas y público se dirigen a la Sala Ginastera, para presenciar el homenaje a Darín. “Alejandra fue un ejemplo de militancia. No es común que se inicie un festival de cine rindiendo homenaje a una luchadora social”, dice conmovido Hugo Yasky, después de que se proyectara un video narrando la trayectoria de la actriz.
Un grupo de estudiantes de periodismo con camisetas de Walsh que está entre el público vitorea. Hace instantes, el director Luis Ortega estuvo charlando largo y tendido con ellos, y ahora sube al escenario para recibir su premio a la trayectoria. Los otros homenajeados son la mítica actriz Lita Stantic, el actor Osmar Núñez, y Julieta Díaz, que es la primera en tomar el micrófono y denunciar lo que sucede con la Ley de Emergencia en Discapacidad. Envalentonados por su compañera, el resto de los homenajeados también se pronuncian. Ortega reflexiona sobre el valor del cine nacional (“quería resaltar la importancia de estar acá, de tener nuestro espacio y dejar de mirar a Estados Unidos. Me parece que este es nuestro momento”), mientras que Núñez agradece al festival por “seguir creyendo que la Argentina es el mejor país del mundo”. La sala entera aplaude cuando hace su entrada Taty Almeida, Madre de Plaza de Mayo, que con su usual simpatía e irreverencia afirma que no considera que a Milei le quepa llamarse presidente de los argentinos (“¡con las locuras que hace!”), y se manifiesta “en defensa del cine argentino, como tantas cosas que hoy se están atacando, como la salud, como la educación pública, lo más fuerte que tenemos acá como argentinos”.
Después de la entrega de estatuillas, producidas por alumnos de la Facultad de Artes de la UNLP, bajan las luces y es el turno de uno de los momentos más esperados de la velada. Lito Vitale se sienta en un hermoso piano de cola negro y toca las primeras notas de una que conocemos todos. GSony toma el micrófono y el público se suma a cantar: los primeros versos de “Inconsciente Colectivo”, acompañados de imágenes de Argentina 1985 dan inicio al segmento musical, en donde los músicos tocarán seis canciones clásicas de películas nacionales. Después es el turno de “Al otro lado del río”, la canción que Jorge Drexler compuso para Diarios de motocicleta, a la que le pone la voz Emme. Imágenes de La historia oficial toman la pantalla del escenario, y los músicos tocan “El País de Nomeacuerdo”, de María Elena Walsh. Inmediatamente después aparece Gardel en El día que me quieras, de 1935, y como no puede ser de otra forma, el tango del Morocho del Abasto toma el auditorio. Cerca del final hace su entrada Juan Carlos Baglietto, que deja al público con el corazón en la boca al cantar “Ella ya me olvidó”, de Leonardo Favio. Los actores y las actrices, sentados en las primeras filas del teatro, se levantan de sus asientos y bailan, aplauden, estiran los brazos hacia el cielo. La potencia con la que Baglietto canta produce magnetismo en la platea, que se pone de pie y ovaciona al músico. Parece que no hay forma de ir más lejos, pero ahora todos juntos, Lito, Emme, GSony y Baglietto, cierran la noche con “El amor es más fuerte”, de la película Tango feroz: la leyenda de Tanguito, y despiden con la vara bien alta la primera fecha del festival, en un guiño que parece recordar el lema que en algún momento estuvo por todos los rincones de Argentina: “el amor vence al odio”.
El evento, que se tendrá lugar hasta el 9 de octubre, contará con cinco competencias principales: Internacional, Largometraje de Ficción y de Documental; Largometraje y Cortometraje Bonaerense. Además, habrá tres secciones nuevas como Continentes, panorama internacional; Tramas, panorama nacional y Espectro, panorama bonaerense.
Con proyecciones libres y gratuitas en Cinema Paradiso (Calle 46 entre 10 y 11), Cine Select del Pasaje Dardo Rocha (Calle 50 entre 6 y 7); en el EcoSelect de Plaza Islas Malvinas (Av. 51 y Av. 19), el Anexo de la Cámara de Diputados PBA (Av. 53 entre 8 y 9), en el Planetario de la UNLP (Av. Iraola y Calle 118) y en el Colegio de Arquitectos de la Provincia (Calle 54 N° 315), la programación completa se puede consultar en la página oficial del Festival.
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