El Banco Central, bajo la conducción de Santiago Bausili, mantiene una firme resistencia a entregar a la Auditoría General de la Nación (AGN) la documentación sobre dos de las operaciones más sensibles de la actual gestión: el traslado al exterior de las reservas en oro y el préstamo repo firmado con bancos internacionales.
En la AGN advierten que esta negativa despierta serias sospechas sobre el verdadero alcance de ambas operaciones y, en particular, sobre las millonarias comisiones que habrían quedado ocultas. “Todos sabemos que las comisiones de los créditos son los grandes negocios de los ministros”, señaló al portal LPO un operador financiero con larga experiencia en este tipo de contratos.
Las auditorías buscan esclarecer dos movimientos clave. Por un lado, el repo por 2.000 millones de dólares acordado en diciembre de 2024, en el que se pusieron como garantía los Bopreales, bonos diseñados para importadores. Por otro, el enigmático traslado de varias toneladas de lingotes de oro al extranjero, sin información precisa sobre destino, operación realizada ni rentabilidad obtenida.
El tema no es menor: se trata de decisiones que comprometen tanto las reservas como la credibilidad del Banco Central. La AGN, presidida por Juan Manuel Olmos, recuerda que la ley le otorga plenas facultades para requerir información y auditar este tipo de transacciones. Sin embargo, Economía y el Central se muestran reticentes y herméticos.
Los antecedentes generan más inquietud. En los repos, los bancos internacionales reciben bonos en garantía a cambio de dólares líquidos, pero esas operaciones suelen incluir comisiones desmedidas, cláusulas poco transparentes y un alto costo para el país. En este caso, la garantía fueron los Bopreales, hipotecando así un instrumento sensible para el comercio exterior.
En paralelo, el oro sigue rodeado de incógnitas: la auditoría exige detalles básicos como cuántas toneladas se enviaron, a qué destino, bajo qué condiciones y con qué rendimiento. Nada de eso fue aclarado hasta ahora, y el Banco Central se limita a esquivar preguntas. Consultados por LPO, sus voceros se limitaron a una frase lacónica: “No tenemos ninguna declaración para hacer”.
Con cada negativa, crece la percepción de que el gobierno busca ocultar la letra chica de operaciones que impactan directamente sobre los recursos estratégicos del país.
Fuente: Primereando Las Notas