Supertasas: se desinfla el dólar, pero se hunde la actividad económica por una demanda en caída

image
Read Time:3 Minute, 4 Second

Un viejo adagio argentino dice: “Gobernar es administrar el dólar”. Al momento, ese es el norte de la política económica del gobierno anarcolibertario, dejando a un lado las máximas económicas que lo caracterizan. El Gobierno nacional se aferra con fuerza al proverbio y activando el modo supervivencia electoral usa todo el herramental a su alcance para desinflar las presiones devaluatorias. Desde intervenir en el mercado de futuros hasta conceder tasas elevadas, pasando por el incremento del dinero que los bancos deben dejar inmovilizado en el BCRA (encajes).

Vale destacar que, al momento, el equipo económico está logrando su objetivo. En las últimas dos semanas se observa una disminución luego de que a fines de julio la cotización oficial se acercara al techo de la banda cambiaria ($1.400). Además, la suba del dólar de julio en torno a 14% no tuvo gran traspaso a precios, lo cual es un buen dato para la economía en general y para los exportadores en particular, puesto que ganan competitividad externa. 

Las tasas ponen un freno a los préstamos y congelan la demanda

Sin embargo, la política de supertasas que implementaron en busca de encapsular el excedente de pesos tentados por un rendimiento de la tasa de interés superior a la inflación tiene contraindicaciones. Ocurre que el incremento de las tasas que rigen al sistema financiero encareció ostensiblemente el costo de financiarse en el banco volviéndolo prácticamente prohibitivo, tanto para empresas como para personas. Afectando tanto a la oferta como a la demanda. 

De modo tal que la táctica implementada por Luis Caputo aprecia el tipo de cambio, mantiene el dólar bajo como ancla antiinflacionaria, pero hace caer, al mismo tiempo, los préstamos personales. Es decir, afecta la propulsión de una de las pocas turbinas que explicaba la recuperación motorizada por los segmentos de ingreso con acceso al crédito. En efecto, es de esperar que la buena performance que venía mostrando la demanda de bienes durables (electrodomésticos, automóviles y electrónica, entre otros) se deprima para la segunda mitad del 2025.

El sector privado pierde rentabilidad
Un desplome del segmento de la demanda que se mantenía por arriba de la línea de flotación puede darle a la economía una dinámica recesiva más profunda. De apagarse este motor, se suma a la caída del consumo masivo que en julio se contrajo 4,3% en comparación con el mismo mes del año pasado, según la consultora especializada en el retail Focus Market. Es decir, la demanda de bienes de primera necesidad no muestra indicios positivos ni comparándola con un 2024 recesivo.

No son pocos los sectores que muestran merma en su producción u otro problema, incluso menos saludable, como el de vender un poco más, pero con menor rentabilidad. En el sector lechero, por caso, se observan las dos realidades. En términos generales se recupera la producción de leche en comparación con un 2024 con valores históricamente bajos, pero continúa con niveles de pandemia. Al interior del sector hay empresas en crisis como La Suipachense o Verónica con menor producción y ganancias a la baja, mientras que La Serenísima, la principal láctea, aumentó sus ventas al tiempo que disminuyó ganancias.

Además de la compañía fundada por la familia Mastellone, otras empresas que cotizan en bolsa dan evidenciaron en sus balances públicos el mismo fenómeno: recuperaron suavemente sus ventas a la vez que cayó su facturación. Es una tendencia que se observa en empresas de sectores diversos como la cementera Loma Negra o la alimenticia Molinos Río de la Plata.

En conclusión, la caída del consumo explica por qué la devaluación no tuvo un gran impacto en los precios, más que las virtudes del plan económico.

Fuente: La Nueva Mañana

Share on facebook
Facebook
Share on pinterest
Pinterest
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on email
Email
Scroll al inicio