Aún hoy persisten numerosos equívocos a la hora de analizar los motivos del retorno de San Martín en 1812. Para dar una explicación superadora debemos examinar cómo caracterizan las corrientes historiográficas la Revolución de Mayo. La historiografía liberal nos habla de una revolución separatista, independentista, antihispánica, pro británicayrealizadaporla“gentedecente”del vecindario porteño cuyoúnicoobjetivo era el comercio libre (con los ingleses). Esta versión está al servicio de la clase dominanteysolonosbrindacomorelatodenuestroorigenunaexplicaciónantipopular y colonizada. El revisionismo histórico de derecha, lejos de ofrecer una visión distinta basada en hechos reales, solo se atrevió a mostrar una perspectiva reaccionaria según la cual la Patria nace desde la entraña militar.
Ahorabien,frentealapregunta¿aquévuelveSanMartín?,ambascorrientescoinciden enafirmarquelohaceporelllamadode“lasfuerzastelúricas”.Esdecir queestehijode españoles que regresa al Río de la Plata con treinta y cuatro años habría sufrido – oteando nostálgicamente el horizonte en Cádiz– un súbito amor por aquel terruño abandonadoalossieteañosydecidióembarcarsealucharcontralanacióndondehabía pasado la mayor parte de su vida y por la que había peleado. Una zoncera.
DesdeMitreySalas, pasandoporRicardoRojasyCosmelliIbáñez(conelcualtodoslos de mi generación tuvimos la mala fortuna de estudiar en el secundario) hasta un revisionista que no es de derecha comoPepe Rosa y los que sí loson como Anzoátegui y Vicente Sierra afirman esta teoría. Otros investigadores que no han aceptado esta fábula propusieron una solucióndistinta, más inquietante aún: San Martínretorna ala patriaporqueesunespíanapoleónico–paraEnriquedeGandía–oinglés–paraRicardo Piccirilli,RodolfoTerragnooJuanSejean–.DeGandíasebasaenlafamosacartarecibida por Robert Staples en 1812 en la cual se menciona a San Martín como hombre de la inteligencia napoleónica y los otros, por su viaje a Londres y su conocimiento del Plan Maitland,loponenalserviciodesugraciosamajestadbritánica.PatriciaPasquali–en
un titánico intento de remozar el mitrismo académico– ha aportado una nueva vuelta de tuerca al afirmar que San Martín viene porque sabe que en España no llegará a general por ser indiano e innoble. Es decir, que el padre de la patria sería apenas un oportunista… triste historia argentina si esto fuera así.
San Martín cruza los Andes con un ejército de liberación continental: En este clima de balance y recuperación crítica de los legados emancipatorios creemos importante presentar la gesta sanmartiniana del cruce de los Andes en un registro divergente del utilizadoporlosviejosysedimentadosrelatosdelmitrismoliberal.Ellosnospresentan este hecho como el “regalo argentino de la independencia a Chile” o la “revolución argentina que se americaniza”.
Para poner fin a esta fábula comenzaremos por decir que San Martín cruza a Chile con bandera del Ejército de los Andes, que tiene a sus órdenes a muchos oficiales chilenos y que cuando él no está es Bernardo O’ Higgins el que queda a cargo. El carácter continentaldelaempresaquedaevidenciadotambiénenlaíntimarelaciónqueurdeel gran capitán con el universo emancipador chileno, en especial en la centralidad que le otorgaalalabordelrevolucionarioManuelRodríguez.SanMartín,peseaserunmilitar de carrera, apoya la guerra de zapa (correspondencia falsa, usina de rumores, alianza con los pehuenches, etc.) y, sobre todo, está convencido de que el éxito de la guerra de guerrillas de Rodríguez abonará el éxito del Ejército de los Andes.
Mal que le pese a los amanuenses de la historia oficial, el Ejército de los Andes es un ejércitodeliberacióncontinentalquenoaceptasujetarseaningúngobiernodelaPatria Chica y menos aún a aquellos -como la burguesía mercantil porteña- que le quieren cambiar la misión, es decir, transformarlo en mero agente de policía interna para reprimir a los caudillos federales. Para los muchos que han sacado chapa de “nacionalistas” con discursos antichilenos -especialmente en el seno de nuestras Fuerzas Armadas- sería útil recordar que San Martín aceptó el cargo de Brigadier General del ejército chileno y que, con el Acta de Rancagua del 2 de abril de 1820, no solo se legitimó con el apoyo de sus oficiales, sino que reafirmó el carácter hispanoamericano y de liberación continental del Ejército de los Andes.
Hastaun investigador insospechado derevisionista como Ricardo Levene elaboró una curiosadefiniciónconlaque-paranoreconocerestecarácter-afirmaqueelEjércitode losAndesteníasoberaníaflotante…curiosoartilugioretóricoparanoaceptarlaverdad que se posaba delante de sus ojos.
Por Maximiliano Molocznik



