El Gobierno nacional oficializó este viernes la transformación del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) en un organismo desconcentrado que funcionará bajo la órbita de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, de acuerdo al Decreto 351/2025 publicado en el Boletín Oficial
En el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) confluyen la ciencia, la memoria y la defensa de los derechos humanos: tres pilares que durante las últimas décadas gozaron de legitimidad social y política.
La medida, firmada por el presidente Javier Milei y el ministro del Interior, Guillermo Francos, apunta a “fortalecer las capacidades institucionales del BNDG” mediante una nueva estructura administrativa que le otorgue mayor autonomía operativa dentro de la administración pública nacional.
El BNDG, creado en 1987, cumple un rol fundamental en la identificación genética de personas, especialmente en causas vinculadas al terrorismo de Estado durante la última dictadura militar. Su labor ha sido clave en el proceso de restitución de identidad de hijos de desaparecidos, en colaboración con organismos de derechos humanos como Abuelas de Plaza de Mayo.
“El valor simbólico del Banco es muy grande. De hecho, las Abuelas de Plaza de Mayo han sido las propulsoras de su creación hace 35 años y de todo su trabajo hasta ahora. Es una institución bandera de la ciencia argentina, que ha desarrollado la genética forense en el país y en el mundo. La disciplina cobró cuerpo cuando las Abuelas comenzaron a moverse. Al menos, la aplicación de estos conocimientos para el derecho a la identidad convierte al Banco en pionero a nivel internacional”, indicó Víctor Penchaszadeh, director del Posgrado de Genética, Derechos Humanos y Sociedad en la Universidad Nacional de Tres de Febrero, en una entrevista con Página/12 cuando se estaba discutiendo la Ley Bases y se temía por el futuro del organismo.
Fuente: La Nueva Mañana