En un giro inesperado que sacude los cimientos del Palacio 6 de Julio, el intendente de Córdoba, Daniel Passerini, ha solicitado la renuncia de todos los funcionarios de su gabinete, desde secretarios hasta subdirectores, incluyendo a personal de entes descentralizados, becarios y monotributistas. Esta medida drástica busca una reducción del 30% en la planta política, en respuesta a la delicada situación financiera que atraviesa la Municipalidad .
La decisión se produce en un contexto de recortes de fondos por parte del gobierno nacional, lo que ha generado tensiones internas y cuestionamientos sobre la eficiencia de la gestión municipal. Además, la administración de Passerini ya había enfrentado críticas por el tamaño de su estructura política, que inicialmente fue un 40% más grande que la de su predecesor, Martín Llaryora .
Este movimiento se suma a una serie de controversias recientes, incluyendo el pedido de renuncia al secretario de Transporte, Gabriel Bermúdez, tras una denuncia por acoso sexual , y la reestructuración del ente Córdoba Obras y Servicios (Coys), que ahora estará bajo la dirección de Verónica Bruera, con un enfoque más centrado en la obra pública .
Con estas acciones, Passerini busca consolidar su equipo de confianza y responder a las demandas de austeridad y eficiencia en la gestión pública. Sin embargo, la magnitud de los cambios ha generado incertidumbre y especulaciones sobre el futuro político de la ciudad. ¿Será esta la jugada maestra que necesita el intendente para retomar el control, o una apuesta arriesgada que podría costarle caro?
Fuente: Política Córdoba Verdad