“Belfast. 1972”. El epígrafe de No digas nada (estreno la semana pasada por Disney+) va directo al hueso. “Lo que pasa con los irlandeses es que hemos discutido por lo mismo durante 800 años”, dice una voz en off femenina sumando más golpes en la ingle. El KO viene en la escena que abre la miniserie: el secuestro y la desaparición de Jean McConville, una madre de diez hijos, cuya muerte representa la gran vaca sagrada del IRA. Los nueve episodios en cuestión van y vienen durante las cuatro décadas que duraron “The Troubles”, aunque el punto final está lejos en el horizonte.
Un aspecto interesante de la miniserie es que toma como puntapié ese acontecimiento infame, pero tiene como protagonistas a las hermanas Dolours (Lola Petticrew) y Marian Price (Hazel Doupe). O sea, dos miembros del grupo armado célebres por su acción bandolera. Entre los años de plomo y el pasado reciente, una de las mujeres va a contar su verdad frente a un micrófono. La otra, sin embargo, no está conforme con su representación en la pantalla y ha decidido emprender acciones legales contra la plataforma de streaming. No digas nada vendría a ser el Patria con tonada del país del trébol. La diferencia con la serie adaptada de la novela de Fernando Aramburu, es que esta producción, basada en el libro de Patrick Radden Keefe, lleva la estampa de “basada en hechos reales”. Parafraseando a Patricio Guzmán, aquí se cuenta a Irlanda y su memoria obstinada.
Fuente: pagina12