En la previa al encuentro que tendrá el Presidente argentino con su par fránces este fin de semana para hablar de la agenda verde de gran importancia para Francia, Cancillería retiró a la delegación argentina de la Cop29, que se realiza desde el lunes Azerbaiyán.
El presidente Javier Milei tomó una decisión grave en un momento crucial que podría tenzar sus relaciones bilaterales con varios países. Y es que el miércoles, en línea con el negacionismo al cambio climático, Argentina retiró a su delegación de la cumbre del clima Cop29, que se desarrolla desde el lunes en Bakú, Azerbaiyán y este fin de semana el mandatario argentino deberá reunirse con su par de Francia, Emmanuel Macron, para hablar justamente de dos temas que lo incomodan: el cambio climático y la agenda verde.
El Presidente fránces llegará a Buenos Aires el próximo 16 de noviembre en una visitará que durará hasta el 17 y en la que ambos mandatarios se encontrarán previo a su participación en la cumbre del G20 en Río de Janeiro los días 18 y 19 de noviembre. Desde la presidencia francesa señalaron que este recorrido por América Latina busca “relanzar” los vínculos de Francia con la región, un objetivo que el Macron viene trabajando con Gabriel Boric, con quien coincide en su visión sobre la importancia del multilateralismo y la preservación del medio ambiente.
Lo cierto es que uno de los ejes que más defiende el fránces es el cambio climático, algo que a Milei no le preocupa e incluso se ha manifestado en contra. La intención del Gobierno libertario es retirarse del pacto climático pero eso no es un trámite sencillo y requiere de una burocracia compleja que ni Donald Trump ni Jair Bolsonaro, los otros dos líderes globales considerados negacionista del cambio climático, lo concretaron en sus respectivos mandatos.
Ahora, tras el traspié de Diana Mondino ante la ONU, el canciller Gerardo Werthein busca seguir sin errores la ideología libertaria. Desde el inicio de la cumbre, Argentina participó en dos grupos de negociación: por un lado, el Grupo Sur, que incluye a Uruguay, Brasil, Ecuador, Paraguay y Argentina. También en el denominado G77, más China. Pero nadie, según consignó La Nación, le escuchó la voz a los representantes argentinos cuya participación casi ni se notó.
La transición entre las gestiones de Mondino y Werthein en la Cancillería también generaron complicaciones. Marcia Levaggi, subsecretaria de Política Exterior y experta en temas de Medio Ambiente, dejó su cargo con la asunción del nuevo canciller, ya que formaba parte del equipo del también eyectado vicecanciller Leopoldo Sahores, reemplazado por Eduardo Bustamante.
Tampoco estuvo presente Corina Lehman, directora de Ambiente de la Cancillería, quien se enteró por teléfono de la renuncia de Mondino, mientras participaba de otra cita ambiental, la COP16 en Colombia. A pesar de haber confirmado su presencia, finalmente no asistió.
Ahora, las miradas se posicionan en la reacción de la comunidad internacional tras la decisión libertaria. Argentina ya consechó críticas de Brasil y se mira con cautela cómo podría afectar a los lazos con el mundo ya que una eventual salida argentina del pacto climático puede enterrar el acuerdo Mercosur-Unión Europea que contempla regulaciones ambientales que fueron suavizadas por al gestión de Brasil y Lula busca cerrar en la cumbre del G20 de la semana que viene en Río de Janeiro.
La ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil, Marina Silva, consideró la decisión “una disonancia que va en contra de los esfuerzos que se están haciendo y que necesitan intensificarse” y advirtió a las naciones que se nieguen a cumplir con los acuerdos climáticos “no quedarán impunes”.
“Aquellos que insisten en producir con una alta huella de carbono verán sus productos perjudicados, ya que mientras algunos harán esfuerzos de cambio tecnológico e inversión para lograr resultados de producción con menos emisiones, no podrán competir con quienes quieren seguir con una economía intensiva en carbono, como en el siglo XX”, alertó.
Fuente: Política Argentina