La semana pasada les contaba sobre mi recorrido por Estancia Vieja, ese pueblo que está pegado a Villa Carlos Paz, sobre la Ruta Nacional N° 38 a unos 45 kilómetros de la ciudad de Córdoba.
Al adentrarme en sus calles, encontré algunos lugares que valen la pena conocer, como por ejemplo el área verde de El Bosquecito donde se pueden hacer caminatas bajo las frondosas sombras de los árboles, siguiendo el lecho de un arroyito y así aprovechar para refugiarse del calor y del bullicio de la localidad.
Pero Estancia Vieja tiene además varios balnearios, entre los que se destacan dos que llamaron mi atención.
Zona de balnearios
Un buen plan es hacer el sendero de El Bosquecito y, al llegar a su fin, aprovechar para visitar algunos balnearios. Al salir del caminito, se puede ver que el paisaje se abre y llegamos a la costanera del río Los Chorrillos.
Luego de las esperadas lluvias, el río se muestra caudaloso y gana profundidad en algunos sectores, ideal para darse un chapuzón después de la caminata. Pero además, en sus márgenes sigue habiendo árboles añosos con sombra y césped para armar un picnic e instalarse para pasar el día.
Hacia la izquierda de la salida de El Bosquecito está el vado, al cruzarlo se llega a un bar que vende comidas y bebidas. Y, siguiendo por la costanera hacia la derecha, se pueden encontrar lugarcitos tranquilos y muy bellos.
Tal es el caso del Balneario Piedra Ballena que lleva ese nombre debido a una gran piedra de color claro que se asemeja a una ballena asomándose del agua. Un poco de realismo mágico para matizar el paisaje.
Pero esa no es la única piedra que tiene esta zona, ya que hay varias de diversas formas y tamaños que le dan un encanto especial a este balneario, claro que ninguna con una forma tan particular como la de una ballena.
Acá ya hay sectores con arena y unas ollas profundas, pero lo que más me llamó la atención fue la cantidad de tortugas que hay en ese lugar. Se las puede ver sobre las piedras tomando sol o nadando y hay de todos los tamaños. Hasta vi una que no medía más de 10 centímetros.
Cabe aclarar que este no es el Balneario Pozo de las Tortugas, pero bien podría quedarle ese nombre.
Solitarios
Para alejarse un poco de la zona más urbana, se puede cruzar el vado y seguir por el camino que va pegado al curso de agua.
Esta calle es la 145 y continúa hasta toparse con una casa de campo, que es una de las últimas de la zona, allí se debe seguir y atravesar un pequeño puente, luego se puede transitar unos metros más con el vehículo, pero lo más probable es que haya que estacionar y continuar caminando, ya que la calle se pone angosta y pedregosa.
Allí hay varias bajadas al río, con amplias costas con arena y césped, con partes del río con muchas piedras que van formando distintas cascaditas, todo lo que un buen paisaje serrano debe tener.
Este camino nos lleva hasta el Balneario Pozo de las Tortugas que se puede distinguir porque del otro lado del sendero hay una piedra de un tamaño que sobresale del resto y que abajo se forma un gran pozo de más de tres metros de profundidad aproximadamente.
Llamativamente, en esta zona que con su nombre hace alarde de ser el refugio de las tortugas, no pude ver ninguna. Pero es un gran lugar para quienes buscan ríos con un caudal de agua que les permita nadar.
Para el regreso, recomiendo hacerlo por la calle y no por las márgenes del río, porque desde la calle se puede ganar altura y contemplar otras perspectivas de la zona. Un panorama que da cuenta de la belleza que guarda Estancia Vieja.
Cómo llegar
Para llegar a Estancia Vieja desde la ciudad de Córdoba hay que dirigirse por la Ruta Nacional N° 38, pasar Carlos Paz, atravesar el río Los Chorrillos y, unos pocos kilómetros más adelante, se arriba a la localidad.
Hay que estar atentos porque es una zona bastante poblada y los límites entre poblaciones a veces son imperceptibles.
Fuente: La Nueva Mañana