El protagonista de El Jockey, la película argentina ternada en el Oscar, el actor Nahuel Pérez Biscayart, pronunció un fuerte discurso contra las políticas del Gobierno de Javier Milei que afectan al cine nacional. “Se creen muy pillos (…), pero no nos van a destruir”, disparó. Lo hizo al recibir el premio Horizontes Latinos en el festival San Sebastián por el filme.
“Gracias por este inmenso reconocimiento a nuestra película y a nuestro cine. Las pelis que me hicieron actor las hice en Argentina, y todas estas tuvieron el apoyo del INCAA. Si pude ser actor es porque mi país cree en la fantasía y porque se armaron estructuras para que esas fantasías puedan ser plasmadas. La ley de cine, por ejemplo”, comenzó expresando el protagonista de la película de Luis Ortega, seleccionada para representar al país en los premios Oscar y Goya.
“Se creen muy pillos y muy militantes de la libertad pero detrás de ese autoengaño que viven, ese odio que profesan, no hay ninguna libertad: Hay simplemente una profunda soledad. Podrán intentarlo pero no nos van a destruir. No vamos a borrar nuestras memorias ni nuestro futuro. Sepan que todo el amor que nos produce juntarnos para filmar las películas de nuestro país será siempre mucho más fuerte que todo desprecio”, disparó.
Luego agradeció por el galardón ya que “demuestra una vez más que el cine argentino se ve, gusta, se exporta, agrega valor, atrae inversiones y deja dinero en el país. Sí, para estos que sólo ven las cosas con ojos mercantilistas”. Sobre el final, le dio su apoyo a la causa palestina, y recordó al actor Daniel Fanego, que falleció recientemente: “Te nos escapaste un poco rápido, este premio es para vos”.
Eliminan subsidios y cuota de pantalla de cine argentino
El gobierno de Milei avanzó con la eliminación de subsidios y la couta de pantalla del cine argentino a través del Decreto 662/2024, publicado en el Boletín Oficial, en el que promulgó una nueva reglamentación de la ley de Fomento de la Actividad Cinematográfica Nacional (Ley 17.741) y derogó el decreto 1405 del 21 de febrero de 1973 -y sus modificatorios 833 del 11 de abril de 1979 y 2414 del 13 de diciembre de 1985-, y el decreto 354 del 29 de junio de 2022. De esta manera, se derogó aquellas leyes que regulaban qué parte de la recaudación impositiva debía destinarse a los subsidios de la producción de películas nacionales y cómo debía regirse el mínimo de films locales que debían exhibirse en las salas de cine.
“Que el sistema de entrega de subsidios de la citada Institución ha demostrado ser obsoleto y alejado de los modelos exitosos existentes en otros países con fuertes industrias cinematográficas, por lo que debe ser modificado, modernizado y dotado de eficiencia”, indica el decreto publicado hoy. En ese sentido, para el Gobierno debe “priorizarse el fomento a la industria cinematográfica, teniendo en cuenta la calidad y posibilidades de exhibición, audiencia y recuperación de los fondos otorgados, por sobre preferencias ideológicas”. “Es necesario limitar el porcentaje del presupuesto que el INCAA destina a objetivos que no sean el fomento de la actividad cinematográfica“, apuntó el texto.
El Gobierno defendió su decisión y argumentó la decisión al criticar el aumento “desproporcionado” de la planta del INCAA en las últimas dos décadas y el monto de partidas presupuestarias destinadas a financiar su funcionamiento. “Que en el año 2000, en el mencionado Instituto revistaba una planta de empleados de aproximadamente NOVENTA (90) personas, mientras que al momento de asumir la presente administración, la planta, con diferentes formas de contratación, ascendía a más de NOVECIENTOS (900) agentes”, remarcó el texto. Y agregó para justificar su ajuste: “El aumento desproporcionado de la planta llevó a que, en el ejercicio anterior, el 42 % de los ingresos se destinaran a sueldos, lo que perjudica directamente el objeto principal del INCAA, es decir el fomento de la actividad cinematográfica”.
Fuente: El Destape