La prensa cipaya argentina magnifica la movilización opositora liderada por la semiclandestina Corina Machado en Venezuela y oculta las imágenes de centenares de miles de chavistas marchando en todo el país.
Buscan en vano forzar un resultado electoral que ya no está en discusión, el Gran Polo Patriótico “Simón Bolívar” presentó todos los registros del comicio ante el Tribunal Superior de Justicia, en las próximas horas será ratificada la reelección del presidente Nicolás Maduro, el legado de Chávez no está en peligro.
Más de 40 países de todo el mundo ya han reconocido la victoria de Maduro, Estados Unidos y el infaltable grupo de presidentes lacayos de América Central y del Sur insisten en el fraude y pretenden instalar como presidente y a cualquier precio, al candidato opositor.
El chavismo es en la Venezuela del siglo XXI lo que el peronismo fue en Argentina a partir de mediados del siglo XX, en nuestra experiencia, los golpes militares jugaron un papel central en la interrupción del proceso revolucionario, hoy los mecanismos de desestabilización son otros, aunque en Venezuela no dejaron de intentar un clásico golpe de estado, ante el rotundo fracaso sobrevinieron la guerra económica con el desabastecimiento como arma mortal, el embargo estadounidense para agudizar la crisis y alimentar el descontento social y luego las guarimbas que provocaron violencia y muerte.
La conciencia de un buen sector de la sociedad y la sólida organización popular desde las bases, a lo que debe sumarse una arraigada concepción nacionalista en el seno de las Fuerzas Armadas, han neutralizado una y otra vez los intentos de interrupción del proyecto emancipador chavista.
Aunque el camino hacia la definitiva liberación nacional está plagado de espinas, en Venezuela, una mayoría del pueblo ha demostrado estar decidida a seguir transitándolo, lo que representa un ejemplo digno de imitar.
por Héctor Amichetti, Secretario General de la FGB
