El capitán de la Selección nipona estará entre seis y nueve meses fuera de las canchas, una lesión que prácticamente lo deja fuera de la Copa del Mundo.
A poco más de seis meses para el inicio del Mundial 2026, el camino hacia la Copa empieza a mostrar su costado más cruel. Japón, una de las selecciones mejor posicionadas del ranking FIFA y primera en asegurar su clasificación en Asia, recibió una noticia devastadora: Takumi Minamino, su principal referente y capitán, sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y se convirtió en la primera gran figura en quedar seriamente comprometida para el torneo.
La lesión se produjo durante un encuentro de la Copa de Francia entre Mónaco y Auxerre. A los 35 minutos del partido, el delantero acusó un fuerte dolor tras una acción desafortunada, cayó al césped y debió ser retirado en camilla, visiblemente afectado. Las imágenes encendieron la alarma de inmediato y, horas después, el diagnóstico confirmó el peor escenario: una recuperación estimada de entre seis y nueve meses, un plazo que lo deja prácticamente descartado para la cita mundialista.
A sus 30 años, Minamino se preparaba para disputar su segundo Mundial, en lo que también podía representar el último gran torneo de su carrera internacional. Su presente deportivo avalaba ese protagonismo: llevaba 20 partidos disputados en la temporada con el club del Principado y había sido una pieza clave en las Eliminatorias asiáticas, donde anotó cuatro goles y lideró a Japón hacia una clasificación temprana. En números globales, defendió la camiseta nipona en 73 oportunidades y convirtió 26 tantos, cifras que reflejan su peso dentro del seleccionado.
La ausencia del ex Liverpool no solo impacta desde lo simbólico. Japón había estructurado gran parte de su funcionamiento ofensivo alrededor de Minamino, tanto por su capacidad goleadora como por su experiencia y liderazgo. El entrenador Hajime Moriyasu enfrenta ahora el desafío de rediseñar el equipo en tiempo récord, buscando alternativas que permitan sostener el nivel competitivo sin su máxima figura.
El calendario tampoco ofrece demasiado margen. El debut japonés en el Mundial está previsto para el 14 de junio frente a Países Bajos, por el Grupo F, que también integran Túnez y el ganador del repechaje europeo entre Polonia y Ucrania. Sin Minamino, el objetivo será minimizar el impacto de una baja que altera por completo los planes iniciales.
La otra figura que puede quedar fuera del Mundial 2026
La preocupación por lesiones no se limita a Japón. Suecia también encendió las alarmas tras conocerse que Alexander Isak debió someterse a una cirugía por una doble fractura de tobillo y peroné sufrida ante Tottenham. Aunque Liverpool no informó plazos oficiales, en el seleccionado sueco ya asumen que no podrán contar con él para el repechaje de marzo ante Ucrania.
A esa lista se suma Santiago Arzamendia, defensor de Paraguay, quien sufrió una grave lesión de rodilla y estará al menos seis meses fuera de las canchas. El Mundial 2026 todavía está lejos, pero las primeras ausencias de peso ya empezaron a marcar el camino.
Fuente: Minuto Uno



