Kshamenk, la orca macho que vivió durante 33 años dentro de una pileta de poco menos de 30 metros en Mundo Marino, el parque ubicado en San Clemente del Tuyú, murió el domingo. Era la única que permanecía en cautiverio en toda Sudamérica.
“Hoy nos dejó Kshamenk. Es difícil describir el dolor que sentimos. Él era parte de nuestra familia. Nos enseñó mucho sobre el amor y sobre cómo podemos entendernos sin compartir el mismo lenguaje. Lo vamos a extrañar con el alma, porque dejó una huella imborrable en nuestras vidas y en la de todos los que lo conocieron”, expresaron desde Mundo Marino en una publicación compartida en las redes sociales.
Si bien aclararon que se están analizando la causa de la muerte del cetáceo y en qué circunstancias se produjo consideraron que el deceso se debió a “un cuadro asociado a su avanzada edad, del cual no pudo recuperarse a pesar de los esfuerzos y la atención permanente del equipo de profesionales dedicados a su cuidado”.
“Le hemos dado todo nuestro amor hasta lo último y tenemos la certeza de que lo que nos enseñó es un legado para la conservación de la fauna marina por la que seguiremos trabajando”, señalaron.
Kshamenk había sido rescatado en febrero de 1992 cuando el equipo de Mundo Marino recibió un aviso de vecinos de la zona por la presencia de una orca varada en la Ría de Ajó, la cual desemboca en la Bahía de Samborombón. Cuando los especialistas llegaron, encontraron al animal en una situación crítica.
Según aseguraron desde la Fundación Mundo Marino, intentaron “distintos procedimientos para poder reinsertarlo, pero todos fueron infructuosos porque Kshamenk estaba muy débil”.
Sostuvieron además que, en ese momento, “la única alternativa para salvarlo era llevarlo a las instalaciones del parque para que pudiese recibir un tratamiento adecuado para su recuperación”.

“Así lo hicimos por la recomendación de expertos internacionales y de las autoridades nacionales. El proceso fue muy largo y complejo, pero logramos salvarlo. A partir de ese momento, asumimos la responsabilidad de cuidar de él”, indicaron respecto a la rehabilitación de Kshamenk, que incluyó soporte nutricional y monitoreo constante de su salud tanto física como emocional.
Sucede que, cuando los especialistas pudieron rescatar a Kshamenk, este fue hallado solo, ya sin su familia, lo que dejó al joven animal bajo un fuerte estrés. Expertos remarcaron que las orcas son animales que viven en sociedades matriarcales y dependen durante años de sus madres y entorno social.
Ley Kshamenk: la lucha para prohibir la permanencia de orcas en cautiverio
La cantidad de años que Kshamenk permaneció en una pileta y no es su hábitat natural derivó en constantes manifestaciones y reclamos por parte de activistas, ONG y especialistas, que impulsaron acciones legales y promovieron la llamada Ley Kshamenk, presentada en el Congreso Nacional.
La Ley Kshamenk es un proyecto de ley que llegó a ser tratado en comisiones parlamentarias en 2023 y buscaba prohibir la tenencia de orcas, delfines y otros cetáceos en cautiverio y su exhibición.
El proyecto sostiene que los espacios como piletas, acuarios, oceanarios o delfinarios no ofrecen condiciones adecuadas para el desarrollo de estos animales y que su permanencia en estos entornos representa una forma de privación de libertad incompatible con su bienestar.
La ley, que recibió el respaldo de organizaciones no gubernamentales, especialistas en derecho animal y referentes políticos, buscaba frenar futuros casos como el de Kshamenk, evitando que otros cetáceos sean sometidos a décadas de confinamiento.
El nombre de la ley se colocó en un claro homenaje a Kshamenk y su historia. Al momento de la muerte de la orca, el proyecto sigue en debate.