Un relevamiento empresario advierte que más de la mitad de las pequeñas y medianas firmas trabaja sin rentabilidad, el empleo sigue cayendo y aumentan las dificultades para sostener la actividad por la baja de ventas y el alza de costos.
La situación de las pequeñas y medianas empresas continúa deteriorándose y vuelve a encender señales de alarma en el entramado productivo: más del 13% de los empresarios reconoce que existe la posibilidad concreta de cerrar su negocio antes de que termine el año, en un contexto marcado por el desplome del consumo, la pérdida de empleo y márgenes de ganancia prácticamente inexistentes.
Según un relevamiento de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), seis de cada diez pymes operan hoy sin resultados positivos y cerca del 25% asegura que trabaja a pérdida. La suba de costos supera a los aumentos de precios y obliga a muchas firmas a endeudarse no para invertir, sino para sostener el funcionamiento corriente y cumplir con obligaciones básicas.
El impacto sobre el empleo ya es visible. En los últimos meses se profundizó la destrucción de puestos de trabajo registrados y el retroceso de empresas activas. Los datos oficiales muestran una caída sostenida en la cantidad de empleadores, con una retracción particularmente fuerte en el sector industrial.
De cara a los próximos meses, las expectativas siguen siendo mayoritariamente negativas. La mayoría de los empresarios anticipa un empeoramiento de la economía, no prevé incorporar personal y descarta nuevas inversiones. Entre los principales factores que explican el freno aparecen la retracción del mercado interno, la baja rentabilidad y el avance de las importaciones.
Desde el sector insisten en la necesidad de medidas de emergencia. “Hace tiempo que advertimos sobre la pérdida de miles de pymes y reclamamos una ley que atienda esta situación, pero la agenda oficial va por otro lado”, señaló Ojeda.
Fuente: Primereando Las Noticias



