67o Aniversario de la Creación del IMFC

IMFC
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Nuestras convicciones de siempre: Democracia Solidaria, Participación del Pueblo, Igualdad y Justicia Social

Celebramos el 67o aniversario de la fundación del Instituto Movilizador de Fondos
Cooperativos, en un momento muy complejo en la vida de nuestra patria, y su nueva etapa
democrática que cumple 42 años.
La creación del IMFC constituyó un acontecimiento fundamental para nuestras cajas de
crédito, y como quedó demostrado durante el tiempo transcurrido, fue un gran logro para el
conjunto del cooperativismo argentino, ya que potenció nuestro aporte a la democratización
del país.
Desde aquella trascendente decisión del 23 de noviembre de 1958, el Instituto sostuvo como
guía permanente de su accionar los valores y principios del cooperativismo. Esa conducta
fue la impronta para los tiempos futuros del movimiento. Su militancia social, ahora nucleada
esencialmente en las casas cooperativas del Banco Credicoop a través de sus comisiones de
asociados, ha sido fiel a la línea fundacional, asumiendo siempre los desafíos de cada
momento histórico.
Al impulsar un modelo solidario para la gestión de los recursos financieros, el Instituto
Movilizador incursionó con creatividad y audacia en un sector tradicionalmente reservado
para la banca lucrativa. La idea, plasmada en organizaciones cooperativas en barrios,
pueblos y ciudades, fecundó. En un breve periodo histórico, aquellas pequeñas entidades
asociativas crecieron vertiginosamente, constituyéndose en un original fenómeno económico,
social y cultural.
Frente a la ofensiva ideológica proveniente de los núcleos del poder local e internacional, por
imponer los valores de un individualismo extremo e insensible en términos humanos, nos
afirmamos en el ideario Goriniano de la solidaridad como rasgo esencial de la vida, con una
perspectiva de destino colectivo.

Debemos asumir con realismo que asistimos a una ofensiva de núcleos de poder locales y
extranjeros, que se proponen instituir un proyecto político y un modelo económico-social que
afirmaría una perspectiva de concentrar aún más nuestras riquezas a favor de corporaciones
mayoritariamente multinacionales, acentuando la transferencia de ingresos de las mayorías
productivas, tanto de los núcleos más humildes, como de franjas importantes de las clases
medias en un sentido regresivo. Nuevamente se intenta aplicar las variables económicas
implantadas en períodos anteriores cercanos, durante gestiones inspiradas en la ideología
neoliberal, cuyo vértice de época fue proclamado por la británica Margaret Thatcher. Siempre
es útil recordar su apotegma de: “La sociedad no existe, solo existen hombres y mujeres
individuales”. Lo completa afirmando que “lo esencial no es el plan económico, sino ganar el
corazón de las personas”.
De allí que, más que nunca, nos sentimos interpelados a fundamentar que el destino de los
pueblos, las naciones soberanas, y de las personas en su carácter de ciudadanos, está
indisolublemente ligado a sentirse parte de un colectivo social, cultural y político, y desde esa
visión aportar a constituir sociedades auténticamente democráticas y humanistas, como
idearon y soñaron los fundadores de nuestra Patria, convocando para los tiempos a la
“Libertad unida a la Igualdad”, como nos interpela el Himno Nacional.
Vivimos en un país dotado de una naturaleza generosa y un pueblo laborioso, por lo tanto, no
se justifica la existencia de desequilibrios económicos, sociales y culturales que condenan a
millones de compatriotas a las penurias de la pobreza, y a vastos núcleos de las clases
medias a la incertidumbre y la falta de perspectiva de desarrollo económico y cultural.
Seguimos creyendo que debe privilegiarse la atención de las deudas sociales, asumiendo
que siguen agravándose; sosteniendo políticas distributivas de los ingresos, para favorecer a
las mayorías y al sistema productivo, particularmente a trabajadores y pymes.
Seguiremos afirmando las políticas de Derechos Humanos, desplegados en las últimas
décadas ya que sólo es posible la convivencia fraternal, si el tejido social y cultural se nutre
del sentido de memoria, verdad y justicia.
Somos conscientes que se han instalado en franjas de la sociedad, ideas de intolerancia
hacia los/las diferentes y los pensamientos avanzados que imaginan cambios sociales en el
sentido de progreso y justicia social. Sin embargo, en nuestros 67 años de vida, hemos sido
partícipes y protagonistas, junto a muchos otros, de luchas por impregnar a nuestra
democracia de un sentido solidario y humanista, como parte de una concepción cooperativa.
Continuaremos trabajando en nuestro país, y en los foros internacionales del cooperativismo,
particularmente en Cooperar y en la Alianza Cooperativa Internacional, por un mundo sin violencias, sin guerras, contra la irracional carrera armamentista y la preservación de la vida
y la naturaleza.
Cumplimos 67 años del IMFC, los 23 años del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal
Gorini” y nos acercamos al cumplimiento el año próximo de los 60 fecundos años de la
creación de nuestra Revista ACCIÓN, reafirmando nuestra vocación principista solidaria
como aporte a una democracia sustentada en la lucha permanente por más igualdad y
justicia social.

Por El Consejo de Administración del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos Coop. Ltda.

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