Los proveedores de harina avisaron que no volverán a aceptar encargos hasta después de las elecciones del domingo.
La incertidumbre sobre la estabilidad económica pegó de lleno en la planificación de las panaderías bonaerenses. Golpeadas por una crisis de consumo y un constante aumento en los precios de los insumos, ahora le suman que no saben cuál será el precio de la bolsa de harina después de las elecciones. Las empresas molineras avisaron que no recibirán pedidos, de mínima, hasta el lunes 27 de octubre.
Para Martín Pinto, titular del Centro de Panaderos de Merlo y uno de los principales referentes la Cámara de Industriales Panaderos de la provincia de Buenos Aires (Cipan), se trata de una “especulación con los resultados y con cómo reaccionan los mercados ante una eventual victoria o derrota del gobierno nacional”.
“Siguen digitando si los argentinos pueden comer o no, de acuerdo a cómo resulten los comicios para el gobierno”, sostiene el dirigente a Buenos Aires/12. Resulta que los proveedores de las distintas panaderías avisaron que este viernes tomarían los últimos pedidos. No lo harán el sábado y tampoco aceptarán mensajes de última hora los domingos, algún común cuando el vínculo entre las partes lleva tiempo y hay confianza.
La noticia opacó aún más el horizonte de los panderos bonaerenses. Tal como viene contando este diario, ya son más de 620 las panaderías de barrio que cerraron en toda la provincia desde que asumió Javier Milei. Desde el centro informaron que el consumo de pan está a la mitad del que había hace dos años, la capacidad operativa está al 60 por ciento y los costos se incrementos alrededor de un 2 mil por ciento a partir de diciembre de 2023.
En total, a nivel nacional, la Cámara informó que ya son 1.700 las panaderías de barrio que bajaron la persiana. Así, un tercio son bonaerenses. A un promedio de seis empleados por comercio, arroja que más de 3.700 personas quedaron en la calle, sólo en este sector.
Días atrás, Pinto junto a medio centenar de panaderos organizaron un ‘panazo’. No fue una campaña de marketing ni nada parecido. En pleno centro de Merlo, panaderos de distintos puntos de la provincia de Buenos Aires regalaron 4 mil kilos de pan en apenas una hora. El objetivo estuvo en visibilizar la descomposición del futuro del sector. Ahora, a este caos, se le suma que los costos, como la harina, la levadura o la margarina, pueden volver a tener una suba desproporcionada.
A este listado se le suman los incrementos que viene teniendo el combustible, que pasó de 350 pesos en diciembre de 2023 a casi 1.500 al día de hoy. Lo mismo que las tarifas, donde el valor de las boletas de gas y luz se triplicaron durante el gobierno libertario.
Desde el sector no ven con buenos ojos la inestabilidad del proyecto económico de Milei que hoy en día aparenta estar más atado a la voluntad política de Donald Trump que cualquier otro plan. La preocupación crece más cuando el propio presidente de los Estados Unidos avisó que la ayuda a Argentina está anclada al resultado de las elecciones del 26 de octubre, donde la gran mayoría de las encuestas vaticinan una derrota de La Libertad Avanza.



