Para los candidatos los niños no son prioridad

image
Read Time:3 Minute, 12 Second

Las ofertas electorales no son inclusivas. La urgente protección de los menores en las redes sociales no está presente en los discursos de campaña.

De acuerdo al razonamiento electoral clásico, las niñas, niños y adolescentes no votan, por lo tanto no están incluidos en las agendas de los políticos.

Otro tanto ocurre con aquellos adultos mayores que no pueden movilizarse por sus propios medios. Una verdadera discriminación en la etapa preelectoral.

Podemos plantearlo con ejemplos: se habla de la situación del Hospital Garrahan como una realidad ya instalada por sus propios trabajadores y los padres de los niños. Pero otro tema que no se aborda, al no ser de fácil instalación, es la preservación de las personas menores en los entornos digitales.

En el mundo adulto hay que generar espacios para debatir sobre lo que pasa en el territorio digital. Las elecciones de medio término tendrían que servir para eso.

Sobre lo último, poco y nada se está haciendo al respecto en Argentina y los actuales o futuros legisladores nacionales lo saben.

Recientemente este necesario debate se abrió en Dinamarca, con perspectivas de ser incluido en sus próximos comicios legislativos.

Al respecto, el gobierno de ese país europeo propuso elevar la edad mínima de acceso a las redes sociales a 15 años.

La primera ministra Mette Frederiksen indicó que los teléfonos móviles y las redes sociales están «robando la infancia de nuestros niños».

La medida propuesta refleja una creciente preocupación por el impacto de la vida digital en los jóvenes.

De aprobarse la iniciativa, permitiría que niños de 13 y 14 años puedan acceder a las redes sociales si cuentan con la autorización de sus padres.

Los argumentos a favor plantean no dejar en manos de estas plataformas la vida digital de los menores, aspirando a que los niños se guíen por la curiosidad y entornos saludables, en lugar de notificaciones y ‘me gusta’.

De la segmentación a los micronichos

La justificación del equipo de comunicación para solo trabajar con tres o cuatro ejes de campaña es apuntar a temas preinstalados en el discurso social, con una practicidad de economía -en todos los sentidos-. Por eso es difícil orientar la comunicación por segmentos, y menos abordarla por micronichos.

Por micronicho entendamos una subcategoría muy específica dentro de un nicho del electorado más amplio, que se enfoca en los intereses o atención de un grupo reducido. Asimismo, suelen competir en menor grado con otras ofertas electorales, porque responden a aspectos muy concretos.

Sus características incluyen una especificidad extrema, centrándose en cuestiones puntuales.

Apuntan a un público específico, donde el elector potencial está bien definido y busca respuestas muy concretas.

También está presente un mayor porcentaje de conversión, por ser más probable que esos electores adhieran, ya que coinciden exactamente con los intereses o valores que ellos estaban buscando.

Pasar de los intereses de derecha al debate de derechos

Pero no toda la responsabilidad recae en los profesionales de la comunicación. Una parte determinante en la toma de decisiones son los jefes de campaña. En ellos reside la responsabilidad y son los que realmente tienen que moderar a los tecnócratas, tanto de la comunicación como de la política, y dar importancia, tiempo y espacio a los temas de interés público.

La democracia se construye no solo con los temas impactantes y atrayentes sino también con el respeto y atención a las minorías, muchas veces silenciadas por intereses.

Hay que tener presente que la crueldad y los despiadados se alimentan de la falta de valentía de quienes deberían crear agendas propias para defender a los más débiles.

Sabiendo todo lo anterior, hay que tener en cuenta que en nuestro país, como en otros donde existen gobiernos de extrema derecha, para captar la atención del público de utilizan esquemas comunicacionales que caen en mostrar realidades sesgadas o planteos entradores.

Por Miguel Pavlovsky

Share on facebook
Facebook
Share on pinterest
Pinterest
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on email
Email
Scroll al inicio