Compatriotas, el contexto que vivimos hoy no es fruto de la casualidad, sino de una estrategia. Como sostiene nuestro presidente partidario, Carlos Heller, después de las elecciones de septiembre de 2025 en provincia de Buenos Aires, el gobierno nacional viene inflando y alimentando la crisis con el claro objetivo de amedrentar al votante, instalando la idea: “miren lo que pasa por votar a los kukas”1. A su vez, aprovechan esta situación para buscar refugio en los Estados Unidos y dar argumentos sólidos, basados en el miedo al caos y en el beneplácito de ser salvados, para la entrega total de la soberanía y de nuestros recursos naturales.
Esta estrategia no es nueva. Mauricio Macri ya la utilizó cuando perdió las elecciones primarias, dejando subir el dólar de $45 a $60 y saliendo a los medios a decir: “es consecuencia de lo que votaron, no de nuestro plan económico”.
El gobierno sabe que el resultado electoral de octubre no será benévolo y que llegan con pulmotor a las elecciones. Por eso, el día después, van a aplicar correcciones cambiarias y ajustes brutales sobre jubilaciones y salarios. También van a avanzar sobre la legislación jubilatoria y laboral, utilizando el mismo argumento: “es consecuencia de lo que votaron”.
Pero esto que parece no tener solución y que nos lleva a pensar en la resignación, es tal vez la motivación mayor que como argentinos debemos tener para ir el 26 de octubre a votar y reventar las urnas con votos a la oposición. Es la forma de decirles: no queremos esto, no queremos la entrega y la dominación con la consecuente condena a la sumisión, el retraso y la pobreza de nuestro pueblo.
El movimiento, la suba indefectible del dólar, se va a producir más temprano que tarde. Y no será por el voto, sino porque el esquema que maneja el gobierno no genera dólares. De hecho, desde abril, que tomaron la simpática medida electoralista de flexibilizar la compra de divisas, el gobierno ya perdió $19.903 millones de dólares entre abril y agosto, por Compra-venta de billetes y divisas sumada al déficit Egresos netos por viajes, pasajes y otros consumos con tarjetas en el exterior, es decir, lo que le pidió al Fondo.
La corrección del tipo de cambio es inevitable. Se va a dar porque la inflación, aun informada con un indicador del INDEC que no refleja nuestra realidad, se sostiene fuerte. El Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) registró una fuerte aceleración en septiembre, ubicándose en $3,7 % y superando la inflación minorista (IPC) de $2,1 % para el mismo mes14. Esta suba anticipa una presión sobre el IPC futuro, el fenómeno conocido como pass-through.
Y se va a producir, además, porque el endeudamiento total de este gobierno hasta agosto de este año ya totaliza $83.000 millones de dólares. Es necesaria que se dé, porque sino la quiebra de empresas por diferencial competitivo negativo se va a incrementar y con ello la desocupación y la quiebra va a aumentar de manera alarmante. Al campo tampoco le va a servir aun con baja de retenciones18. Y se va a dar también porque el gobierno quiere bajarte aún más el salario y las jubilaciones; de hecho, todas las subas salariales de la mayoría de los gremios son muy por debajo de la inflación informada, que sigue siendo inferior a la real.
Como dice Carlos Heller, esto es deliberado. Esto es adrede.
Pero no podemos aceptarlo. Tenemos herramientas para no aceptarlo, y justamente es el voto del 26 de octubre. Argentina tiene salida, tiene oportunidades enormes, y son exactamente contrarias a las que se están haciendo. Tenemos que cambiar la matriz productiva, aumentar la industrialización de nuestra materia prima, recibir las inversiones extranjeras para poder explotar nuestros recursos naturales, pero cobrarles por ellos lo que corresponde, tanto en importes como en aranceles y en control de lo que efectivamente se llevan.
Argentina tiene salida, y con los argentinos adentro. Tenemos un enorme futuro como país, e individualmente, si quienes nos gobiernan no son Macri, Milei y toda la caterva de hijos de su madre que aplican las políticas de ajuste eternas sobre los que menos tienen en beneficio de los que más tienen. ¿O nos vamos a seguir endeudando sin límite?.
El 26 de octubre, si los votas a ellos, el CAOS va a estar. Si votas a la oposición y lo hacemos con contundencia, tal vez el CAOS te lo presenten igual, pero en tu voto y en las bancas estará la herramienta para cambiar quién lo paga.
Este CAOS es autoinfligido por los desamaldos que nos gobiernan.
Por Ariel Chiariotti