A nivel nacional, es necesario puntualizar dos antecedentes: por un lado, la decisión política del gobierno peronista enmarcada en el Segundo Plan Quinquenal, en donde se buscaba la descentralización sectorial y regional, y a través del cual comienza la instalación de estas empresas, en 1953 FIAT y 1954 KAISER. El texto de la ley establecía que: “Gozarán de los beneficios otorgados por la presente ley: todos los establecimientos industriales que soliciten su instalación en el territorio de la provincia a contar desde la promulgación de esta ley, y que se dediquen a la elaboración o terminación de artículos o productos que no hayan sido hasta ahora elaborados o terminados en la provincia.
En 1951 el gobierno peronista declara de «interés nacional» la industria del tractor. En estas condiciones, el Decreto Nacional 4.075/1952 autorizaba al IAME a construir una fábrica destinada a producir tractores de manera autónoma y/o en cooperación con otras industrias privadas. Es así que, una vez aprobada la ley de radicación de capitales extranjeros en 1953, IAME comienza las tratativas con el grupo italiano FIAT a los fines de llevar adelante lo establecido en el decreto. En 1954, el Gobierno nacional llama a licitación para la fabricación de tractores, de las que resultan seleccionadas cuatro empresas, entre ellas FIAT Concord, a las cuales se les ofrecía la protección contra la competencia exterior y facilidades para la instalación de sus fábricas. En este marco, en 1954 FIAT Concord pautó su localización en la ciudad de Córdoba, adquiriendo al IAME la planta que este había comenzado a construir en 1953. Interesa destacar que IAME, en la confección tanto del contrato de FIAT como el de IKA, jugó un papel central en la transferencia de recursos humanos, insumos y permisos de lo público a lo privado. A través de IAME, FIAT pudo captar un alto porcentaje de mano de obra altamente calificada y con experiencia en el trabajo automotor, consiguió los permisos para importar los insumos necesarios para la producción y comenzó a levantar su planta de producción en un espacio industrial ya acondicionado y habilitado por el propio IAME.
El grupo FIAT comienza su instalación en 1954 con la mencionada planta de fabricación de tractores comprada a IAME, hacia 1956 se instala Grandes Motores Diesel, para obtener, a fines de 1957, 70.000 metros cuadrados cubiertos. IKA por su parte comenzó la construcción de su planta en el año 1955 contando a fines de 1957 con, aproximadamente, 86.000 metros cuadrados cubiertos. Estos datos resultan relevantes dado que el 85% del total de lo construido en la ciudad de Córdoba durante los años 1952-1962 corresponde al sector de industrias.
Córdoba poseía una localización central respecto al mapa vial y carretero nacional, que permitía contar con accesibilidad al mercado más importante de abastecimiento y colocación de lo producido (Buenos Aires) y a todas las regiones del país. A la vez, jugaba un importante papel como centro vinculador de las distintas regiones entre sí para el transporte de bienes y materias primas. Ambas industrias se localizaron en la periferia sur de la ciudad de Córdoba en donde encontraron la disposición simultánea de todos estos criterios de localización: cercanía a vías de acceso y comunicación, acceso a energía eléctrica, disponibilidad de mano de obra, cercanía al IAME y grandes extensiones de tierra a bajos costos y disponible. La fábrica de FIAT —comprada a IAME y sobre cuya base fue extendiéndose— se ubicaba en la zona de Barrio Ferreyra, en el cuadrante sudeste de la ciudad y a 11 km de distancia del centro. Excepto estos predios que poseían la habilitación de uso industrial, los terrenos aledaños eran considerados aún zonas rurales. Sin embargo, la fábrica de FIAT estaba rodeada por la propiedad de José Ignacio Díaz, gran terrateniente cordobés, dividida en dos áreas, una de parcelamiento irregular destinada y habilitada según normativa a uso rural —actividades ganaderas y hortícolas predominantemente— y otra parte que ya había sido loteada, por lo que estaba en condiciones de ser urbanizada.
A partir del núcleo inicial de localización, FIAT inició un proceso de expansión incorporando parcelas adyacentes a su establecimiento. Gran parte de las tierras se le compraron a José I. Díaz, cuyas parcelas no solo iban a estar destinadas a la producción industrial, sino que, sobre las mismas, comenzaría un proceso de urbanización espontáneo, centrado en la radicación de diversas actividades industriales subsidiarias de FIAT. Hacia 1954, cuando la empresa FIAT se instaló en el pueblo de Ferreyra, en el predio que antes había sido del IAME, el cuadrante sureste de la ciudad de Córdoba había experimentado ya algunos procesos de expansión urbana. Según el análisis de datos de los decretos y ordenanzas municipales, se identifica un proceso de subdivisión y loteo en dos terrenos: la extensa propiedad de José I. Díaz, y las tierras de Ramón J. Cárcano a partir de 1954.
Por Alejandro Franchini