Las automotrices remarcan sus listas en medio de la recesión, mientras el Gobierno se muestra incapaz de frenar la inflación que castiga también a los bienes durables. El aumento alcanza tanto a los modelos de entrada como a las pickups y SUV más vendidos.
El mercado automotor abrió octubre con nuevos incrementos que llegan hasta el 6% en los autos 0 km. Las principales terminales trasladaron a los consumidores los mayores costos de producción y la incertidumbre cambiaria, en un contexto donde la administración de Javier Milei insiste en recetas de ajuste que profundizan la caída del poder adquisitivo.
Los modelos de mayor circulación no quedaron al margen: el Cronos y el Pulse de Fiat, los utilitarios de Peugeot y Citroën, la Hilux de Toyota y el Corolla en todas sus versiones, entre otros, ya figuran con precios que subieron entre 2% y 8%. Chevrolet fue la marca con mayores aumentos, con un promedio de 6,1% en toda su gama, mientras Ford ajustó entre 1,3% y 5%.
El impacto se siente en las concesionarias, donde la demanda se retrae por el encarecimiento constante de los vehículos y las tasas de financiamiento que vuelven inalcanzable la compra para sectores medios. A la par, las terminales justifican los aumentos en “la presión de costos internos”, pero en el sector reconocen que la falta de un rumbo económico claro acentúa la inestabilidad de precios.
Con la inflación sin control, salarios rezagados y perspectivas de nuevas remarcaciones antes de fin de año, la posibilidad de acceder a un 0 km se convierte en un lujo para pocos. El gobierno de Milei, lejos de garantizar previsibilidad, consolida un escenario en el que hasta cambiar el auto se transforma en una carrera imposible contra los precios.
Fuente: Primereando Las Noticias