La historia de Laura Salde refleja crudamente las consecuencias del ajuste nacional sobre las personas con discapacidad. Su hermano, postrado desde hace casi seis años tras sufrir un ACV, quedó sin pensión ni cobertura médica por una resolución administrativa que lo dio de baja del programa Incluir Salud. Desde entonces, la familia sobrevive únicamente gracias a donaciones.
“Hace dos años nos sacaron todos los servicios de fonoaudióloga, fisioterapeuta, enfermería y médico. Este mes fuimos a pedir los pañales y los insumos como siempre, pero nos dijeron que estaba dado de baja por tener dos obras sociales. Lo consideran así porque figuro en Urgencias, un servicio de emergencias que ni siquiera pago yo, y lo tomaron como una prepaga. Eso me dejó sin nada”, relató Laura en diálogo con Multimedio Mordisquito.
El hermano de Laura es electrodependiente, se alimenta por botón gástrico y necesita pañales, medicamentos y cuidados permanentes. “Presenté todos los papeles que me pidieron, pero no me dieron número de expediente. Nos dicen que esperemos 20 o 25 días, pero mientras tanto ¿cómo hago para mantenerlo? Yo soy jubilada con la mínima y vivo de las donaciones que consigo por mi militancia”, explicó.
La situación se agrava porque, al no tener obra social reconocida, tampoco puede acceder a recetas en los dispensarios ni a traslados en ambulancia. “Ya me pasó varias veces que estuvo al borde de morir por broncoaspiración. Urgencias me salvó en esas ocasiones, por eso no pienso darlo de baja. Pero esa es la excusa que usaron para dejarlo sin cobertura”, señaló.
Laura describe un panorama angustiante: medicamentos costosos, la necesidad urgente de pañales de buena calidad y cremas para evitar escaras. “Lo más caro son los pañales, consume muchos por día. Algunas amigas me ayudan con insumos, pero no alcanza. Estamos resistiendo gracias a la solidaridad”.
El caso no es aislado. Según denunció, otras familias en Córdoba que dependen de Incluir Salud también fueron dadas de baja de manera repentina. “Hay mucha gente en la misma situación. Es un abandono total del Estado”, denunció.
Mientras espera una respuesta oficial, Laura advierte que si no obtiene una solución en el corto plazo recurrirá a un escrache público. “Si en un mes no me lo resuelven, voy a llamar a los canales de televisión. No voy a dejar que esto pase desapercibido”, afirmó con firmeza.
Quienes deseen colaborar con Laura y su hermano pueden hacerlo mediante donaciones de pañales, insumos médicos y aportes económicos a través del alias: proa.playa.pais a nombre de Yamile Maidana
La historia de esta familia cordobesa expone el rostro más doloroso del ajuste: cuando la burocracia y la desidia estatal se imponen por sobre el derecho a la salud y la dignidad de las personas con discapacidad.
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Fuente: MordisquitoTV