El malestar en el campo contra Javier Milei y Luis “Toto” Caputo es total. Productores denuncian que el Gobierno montó un negocio multimillonario para las cerealeras al habilitar exportaciones por 7.000 millones de dólares sin retenciones, mientras ellos quedaron excluidos de cualquier beneficio.
Según el negocio, las grandes exportadoras agrupadas en CIARA coparon al Banco Central con órdenes de liquidación y en apenas 72 horas agotaron el cupo. El decreto oficial ya preveía que, alcanzado ese tope, volverían las retenciones, con lo cual solo quienes tenían espalda financiera pudieron aprovechar la ventana.
El resultado: once cerealeras se repartieron el negocio, con gigantes como Bunge, LDC, Cofco y Cargill a la cabeza. En el sector calculan que ese acuerdo les dejó una ganancia extraordinaria de unos 2.000 millones de dólares en apenas tres días. Ahora saldrán a comprar la producción de miles de pequeños y medianos productores pero pagarán menos porque ya volvió la retención. ¿Solo fue un negocio o habrá un 3% para alguien?
En las entidades rurales hablan de traición. Desde la Mesa de Enlace admiten que “el Gobierno buscó esto” y en Federación Agraria remarcan que “el grano ya estaba en manos de los exportadores”. En otras palabras, mientras Caputo cerraba el trato en una mesa chica, los productores quedaron al margen y, otra vez, “la vieron pasar”.
Fuente: Primereando las Noticias