Las góndolas vacías y los changuitos cada vez más livianos dejaron de ser una imagen aislada para convertirse en una postal repetida en la provincia de Buenos Aires. Así lo reflejan los últimos datos difundidos este martes por el ministro de Economía bonaerense, Pablo López, quien volvió a advertir sobre la gravedad del retroceso en las ventas de supermercados, en el marco de una política económica nacional que, según su visión, no deja de impactar de lleno en los hogares argentinos.
“En junio, las ventas de supermercados en la PBA marcaron el peor nivel para ese mes en 10 años: -3 por ciento caída interanual y -6,6 por ciento vs junio 2023. El golpe es mayor en el GBA (que aglutina casi el 70 por ciento de las ventas), con una caída de 6,6 por ciento interanual y de 10,8 por ciento vs 2023”, publicó López en su cuenta de X. Sus informes, publicados con regularidad semanal, se convirtieron en un registro técnico del retroceso del consumo en la provincia más poblada del país.
El gráfico que acompaña la publicación muestra el deterioro en términos reales. Mientras en junio de 2023 las ventas alcanzaban los 721.228 millones de pesos constantes de 2025, ese número bajó a 694.842 millones en junio de 2024 y volvió a retroceder hasta los 673.699 millones este año. “Es una pérdida sostenida y pronunciada”, según López.
La tendencia no se limita a un solo mes. En el acumulado del primer semestre de 2025, la caída fue del 7,6 por ciento respecto al mismo período de 2023. “La reducción equivale a 326 millones de pesos a precios constantes de 2025”, detalló López. A nivel nacional, la comparación también es desalentadora: las ventas en supermercados argentinos fueron un 8,1 por ciento menores que las de 2023, retrocediendo de 13,3 billones a 12,2 billones de pesos reales.
Pero los datos más reveladores aparecen al observar los rubros más golpeados. En el desglose por categoría, las bebidas lideran la caída con un derrumbe del 25,9 por ciento. Le siguen los productos electrónicos y artículos del hogar (-12,4 por ciento), alimentos preparados y rotisería (-12 por ciento), almacén (-11,7 por ciento) y lácteos (-8,5 por ciento). Incluso categorías esenciales como carnes (-0,3 por ciento) o artículos de limpieza y perfumería (-3 por ciento) muestran descensos, signo del ajuste doméstico que atraviesan los consumidores.
Para López, la explicación es directa: “Estas caídas en el consumo de las familias en PBA y el país son el correlato del modelo económico del Gobierno nacional: ajuste sobre los ingresos y deterioro de la calidad de vida. El 7S, pongamos un freno a este modelo”.
Apenas dos días antes de su publicación más reciente, el ministro ya había adelantado el panorama pero a nivel nacional: “Las ventas mayoristas caen al compás del consumo minorista. En el transcurso del año, las ventas en supermercados nacionales están 8 por ciento abajo de 2023. La reducción de operaciones equivale a más de 1,1 billones de pesos, comprimiendo nuestro mercado interno. También caen en shoppings”.
Esa publicación anterior hacía foco en los efectos más amplios del programa económico del presidente Javier Milei. “Las familias argentinas están sufriendo este modelo económico nacional, que deteriora la calidad de vida de los hogares y cercena las posibilidades de crecimiento y desarrollo del país. Otro camino es posible”, escribió en tono de campaña de cara a las elecciones legislativas provinciales del 7 de septiembre.
Los datos de los meses anteriores
Ya en junio de este año López advertía: “Las ventas en supermercados bonaerenses continúan por el piso: en abril estuvieron un 11 por ciento debajo de 2023”. En ese mes, las bebidas caían 27,4 por ciento, los electrónicos 19,8 por ciento, y los alimentos preparados un 18,6 por ciento. En todos los casos, el Gran Buenos Aires mostraba las peores cifras.
En mayo había hecho otro análisis que reforzaba esa línea: “El plan económico nacional desincentiva la producción y reduce el mercado interno. Sin perspectivas favorables para la industria y el trabajo, no hay desarrollo posible”.
Con estos informes, el Ministerio de Economía bonaerense apunta a construir un relato con respaldo de una economía en recesión que, lejos de estabilizarse, continúa profundizando la pérdida del poder adquisitivo y del consumo popular.
Fuente: Pagina 12



