En el marco de la Semana Mundial de Lactancia Materna, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Argentina de Pediatría recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y su continuidad, junto a otros alimentos, hasta dos años o más. Se sugiere crear bancos de leche materna para garantizar su ingesta y almacenamiento, cuando la madre no puede estar presente.
En contraste con la mencionada recomendación, una encuesta nacional realizada en 2022 en las 24 jurisdicciones del país por el Ministerio de Salud de la Nación arrojó como resultado que, si bien el 91,7% de los niños y las niñas de entre cero y seis meses fue amamantado, sólo el 53,2% fue alimentado de forma exclusiva por leche materna en ese período de vida.
Dicho estudio reveló también una mejora en la continuidad de la lactancia: el 80,6% de los niños continuó recibiendo leche materna hasta los 12-15 meses, lo que destacan que representa un avance significativo en relación con mediciones anteriores.
“El inicio de la lactancia es fundamental. Cuando las condiciones de salud lo permiten, se aconseja el contacto piel con piel entre madre e hijo inmediatamente después del nacimiento. Este momento, conocido como ‘período sensitivo’, ocurre en las primeras dos horas de vida y favorece una primera toma espontánea, el reconocimiento del olor materno y el inicio del vínculo”, señaló la médica de familia y directora médica del Centro Médico Taliano, Mariana Piccolo.
“Para la madre, la succión estimula la producción de leche gracias a la liberación de oxitocina, lo que contribuye a una lactancia más prolongada”, añadió.
La leche materna no solo es un alimento completo con proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales, sino que también contiene anticuerpos e inmunoglobulinas que protegen al bebé contra enfermedades como diarreas, infecciones respiratorias, otitis y asma. Además, facilita la digestión, promueve el desarrollo del intestino, mejora la salud bucal y se asocia con un mejor desempeño cognitivo en la infancia.
Frente a los desafíos actuales, en los que las madres necesitan volver al trabajo o a sus actividades habituales tras su licencia por maternidad, se aconseja elaborar una planificación, que podría contemplar la creación de un banco de leche materna en casa que garantice la continuidad de la lactancia aún en la ausencia física de la madre.
“Crear un banco de leche en casa es una estrategia eficaz para seguir brindando a tu bebé todos los beneficios de la lactancia, aún en momentos en los que no puedas estar presente. Promover, proteger y apoyar esta práctica es una responsabilidad compartida que mejora la salud presente y futura de madres, hijos y comunidades enteras”, indicó Piccolo.
¿Cómo armar un banco de leche materna?
Preparación:
– Lavarse las manos con agua y jabón.
– Utilizar un extractor manual o eléctrico.
Recipientes adecuados:
– Frascos de vidrio o plástico duro con tapa.
– Bolsas diseñadas específicamente para almacenar leche materna.
– No usar bolsas comunes ni envases descartables.
Almacenamiento:
– Guardar en porciones pequeñas, según la cantidad que el bebé suele tomar.
– Etiquetar cada envase con la fecha de extracción.
– Colocar los recipientes en la parte trasera de la heladera o freezer.
Conservación:
– En heladera: hasta 4 días.
– En freezer: hasta 6 meses.
– A temperatura ambiente (máx. 25°C): hasta 4 horas.
Uso de la leche almacenada:
– Descongelar en la heladera la noche anterior, a baño maría o bajo agua caliente.
– Nunca descongelar directamente en el fuego ni calentar en microondas.
– Una vez descongelada, utilizar dentro de las 24 horas. No volver a congelar.
Fuente: La Nueva Mañana