Afectados por la crisis en CABA: dos restaurantes de la guía Michelín cerraron sus puertas

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La crisis económica volvió a golpear a la gastronomía porteña, luego de que Franca y Sál, ambos recomendados por la prestigiosa Guía Michelin, anunciaran su cierre definitivo. A pesar del reconocimiento por calidad y originalidad, los responsables de estos espacios señalaron que ya no podían sostener sus operaciones frente al aumento de los costos, la inflación y la caída de la demanda.

Franca, ubicado en Palermo y liderado por el chef Julio Báez, había logrado posicionarse como uno de los restaurantes más innovadores de la ciudad. Sin embargo, sus responsables comunicaron en redes sociales: “No fue una decisión fácil, dolió mucho, pero creemos que es el momento correcto. Este cierre es el resultado de una realidad económica que nos toca profundamente y ya no podemos sostener”.

Por su parte, Sál, especializado en cocina nórdica y fundado por Nicolás Díaz Martini, también cerró sus puertas luego de tres años de actividad. El equipo explicó que el cierre se debió a “razones ajenas a la voluntad” y recordó con orgullo sus dos menciones en la Guía Michelin. “Miles de smørrebrød, shots de aquavit, gravlax y platos donde prepondera el ahumado, las conservas y sabores únicos”, escribieron como despedida.

El contexto económico fue determinante. Los restaurantes de alta gama requieren insumos de calidad, mayormente importados, personal calificado y estructuras costosas de mantener. La inflación, el encarecimiento de los productos básicos y la dificultad para acceder a divisas extranjeras impactaron de lleno en su funcionamiento. A esto se sumó la pérdida de poder adquisitivo del público, que redujo sus gastos en experiencias gastronómicas de lujo.

Además de los insumos, los gastos laborales y operativos aumentaron de forma sostenida. En un sector donde el estándar de servicio y calidad es alto, mantener el nivel se volvió inviable sin un flujo constante de ingresos. La inestabilidad general terminó por socavar incluso a los espacios más valorados.

Ambos cierres se producen en un momento en que la gastronomía argentina se encuentra bajo la mirada internacional. En abril pasado, la Guía Michelin celebró por segunda vez su ceremonia en el país, donde tres restaurantes recibieron su primera estrella: Angélica Cocina Maestra y Riccitelli Bistró en Mendoza, y Crizia en Buenos Aires. La selección incluyó también a numerosos locales destacados, aunque el reconocimiento no siempre es suficiente para sobrevivir en un escenario económico tan adverso.

Fuente: pOLITICA Argentina

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