Indec dio a conocer el nivel de actividad del primer trimestre en donde se destaca el incremento de la demanda ¿Cómo es posible entre caída de empleo y contracción de consumo masivo?
En la última semana, Indec dio a conocer diferentes indicadores, los cuales en su mayoría son positivos, a priori. En primer lugar, vale destacar que tal como se advertía en el último trecho del 2024, la economía continuó arrastrando un efecto rebote. Tal es así que en el primer trimestre del año mostró una expansión de 6% en comparación con el mismo período del año pasado (enero-marzo 2024). Esto significa que hoy la economía es 6 por ciento más robusta que hace un año atrás.
Además, el informe oficial evidencia que esa expansión es motorizada por dos factores importantes: el consumo y la inversión. Ambos crecieron significativamente respecto a la performance de comienzos del 2024. De lo anterior se desprende que la población demanda más bienes, mientras que las empresas insumen más máquinas y se invierte más en infraestructura.
Ahora bien, la pregunta que cabe hacerse es: ¿cómo es posible que haya expansión económica, más consumo e inversión empresaria a la par que el desempleo aumenta y cae la demanda de bienes de primera necesidad?
El rebote del gato muerto
Algunos resuelven esta controversia directamente desacreditando los datos de Indec, mientras que otros impugnan los informes privados sobre los niveles declinantes de consumo masivo. Aquí, contrariamente, validamos ambos. No hay evidencia para afirmar que “Indec miente”, como sugieren algunos, o que los reportes sobre consumo masivo son erróneos. Máxime cuando en este espacio hemos consultado a las principales cámaras que aglutinan a empresas de consumo masivo quienes han dado cuenta de la caída de sus ventas.
Por el contrario, lo que ocurre con el informe oficial sobre el nivel de actividad es que la base de comparación es muy baja. Recordemos que durante el primer trimestre del año pasado la economía estaba atravesada por una fuerte recesión consecuencia del salto del dólar que se había encarecido xxx. Asimismo, el ajuste de la administración anarcolibertaria sobre la obra pública había sido total. Entonces, ahora, basta con que la construcción active algo para que el contraste con su pasado sea positivo, por caso.
El consumo masivo aún no recupera pese a la mala performance de 2024
El consumo, que resultó 12 puntos arriba en la comparación interanual, merece párrafo aparte. Básicamente porque se observa una heterogeneidad sobre la que es clave detenerse. Por un lado, vemos la contracción de bienes tan elementales como de demanda claramente inelástica. Es el caso del pan cuya demanda continúa hundida desplomándose un 50% con cierres de panaderías, denuncian desde la cámara de industriales panaderos. Asimismo, otro bien clave para el consumo popular como lo es la carne se mantiene prácticamente sin variaciones respecto al año pasado, en niveles históricamente bajos.
Mientras que el volumen de ventas de supermercados y autoservicios es elocuente. Para la consultora Scentia, las ventas se contraen 5% en lo que va del año y en los autoservicios es aún mayor. Los comercios de cercanía tienen una contracción de su performance de 19% según dio a conocer el Centro de Almaceneros de Córdoba a LNM. Se trata de cifras incompatibles con un escenario de expansión de la economía. Si los supermercados venden menos incluso en comparación con un año recesivo como lo fue el pasado y hay comercios que cierran ¿en dónde está el consumo?
Crece la demanda de importaciones y bienes dolarizados
Ocurre que lo que crece con vigor es la demanda de bienes durables, siempre tomando como referencia el período en donde la recesión golpeaba más fuerte (comienzos del 2024). En este rubro se destacan todo tipo de electrodomésticos para el hogar y artículos electrónicos con segmentos que registran incrementos de hasta tres cifras.
Asimismo, otro consumo que dio un brinco tiene que ver con el patentamiento de 0km. Estos, según datos de la asociación de concesionarias, crecieron 84% en lo que va del año con un aumento notable de la demanda de modelos importados. En el mismo lado de la balanza también podemos mencionar al mercado inmobiliario que está en recuperación y a los servicios asociados al turismo emisivo.
Entonces tenemos: televisores, videojuegos, autos, viajes, bienes y servicios valuados en dólares con un consumo al alza, posibilitado por el acceso al dólar y al financiamiento. Este último es un factor clave que explica el comportamiento de la variable consumo. Permitido por la desaceleración de la inflación, entre otros factores, la expansión del crédito apalanca algunos segmentos de la demanda.
De hecho, los reportes del BCRA dan cuenta de un crecimiento de los préstamos en pesos y también en dólares. Este estímulo está detrás de la demanda de bienes costosos como los mencionados y también de bienes de capital adquiridos por las empresas mediante financiamiento a tasas convenientes, como ocurre en aquellos sectores con performance positiva, como el agro.
Esto da como resultado un porcentaje de la población que tiene dificultades para acceder a la canasta básica, aumentando en los últimos meses las familias que debieron suprimir ingesta de alimentos pese a la desaceleración de la inflación -de acuerdo encuestas del Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas-. Mientras que, por otro lado, tanto las familias que conservan sus empleos registrados e ingreso como las empresas con buena performance pueden acceder al financiamiento y dólar barato.
La apertura importadora hace que el rebote económico se coma los dólares
Ahora bien, los datos estrictamente negativos vienen por el lado del tipo de cambio y las importaciones. En la semana, el valor del dólar subió y se esperan próximas intervenciones del gobierno para que no termine afectando la desaceleración de los precios. Mientras que lo que luce como una gran inconsistencia de la economía anarcolibertaria son las importaciones que crecieron en un año 43% contra las exportaciones que sólo lo hicieron en un 7%.
Como vimos, los consumos que se encienden son altamente demandantes de productos importados. De ellos se destacan dos por el rojo de su balanza comercial, me refiero a los automóviles que acumula un balance negativo de u$s4,6 mil millones y viajes al exterior con egresos netos que superan los 7 mil millones de dólares, producto de los más de 6,7 millones de argentinos que viajaron al exterior en lo que va del año.
Tras años recesivos se espera un rebote económico, pero continúan las dudas
Definitivamente, para tener más precisión sobre el nivel de la actividad de la economía y su rumbo serán claves los próximos relevamientos de Indec sobre actividad porque compararán con la salida de la recesión del año pasado y posteriormente con los meses en donde la economía ya comenzaba a recomponer. Por lo que ya no estará el sesgo de comparar contra meses muy recesivos como ocurre actualmente.
De cualquier manera, el interrogante que surge tiene que ver con las expectativas que el gobierno tenía hace un año atrás para con la demanda y el ritmo de la economía ¿estos niveles de actividad y consumo son los que el gobierno esperaba hace un año atrás para esta altura del partido con tendencia decreciente para la inflación y dólar anclado?
Fuente: La Nueva Mañana