Los acontecimientos que rodearon la proscripción detención de Cristina Fernández de Kirchner, preanunciados mediáticamente por el poder real, constituyendo una vez más, la presencia de un poder, que más allá de la democracia e ignorándola, en función de sus intereses ese poder está dispuesto a tomar cualquier decisión, por brutal y bizarra que parezca-
Así fue a lo largo de la historia, no sólo del peronismo sino de los primeros procesos nacionales, que jalonaron una serie de episodios dramáticos, mostrando la verdadera cara del poder-
Desde la muerte de Moreno al fusilamiento de Dorrego, los degüellos de los gauchos y caudillos federales, no ahorraron sangre de argentinos, ni dolor social que los conmueva, recurriendo al ejército portugués para derrocar a Rozas. Siguió la zaga anglosajona, de balcanización y dominación sobre América Latina, cercenando cualquier asomo de liberación nacional, asesinando líderes o invadiendo nuestros países, desde EEUU o desde Inglaterra.
Los derrocamientos de Irigoyen y después de Perón demostraron una presencia del poder de dominación colonial, que está dispuesto a avasallar la democracia en cualquier tiempo, también las ideas republicanas, alterando las funciones de las instituciones del Estado, borrando también los contenidos de la Constitución nacional, que fue elaborada sobre sus propias propuestas liberales de dependencia y fragmentación, destinadas al saqueo y dominación política.
La persistencia irreverente del peronismo, encarnada en Cristina como eje a destruir, es una mecánica demostrativa para el resto de una dirigencia, que desde hace 42 años, convive con una democracia limitada a ese poder hegemónico en lo económico, de las élites oligárquicas asociadas al poder imperial y que ha logrado colocar en el Gobierno una herramienta propia, como es Milei de construcción de poder colonial, al servicio del poder financiero, que lo creó con ese fin.
Entonces la condena de Cristina es una zaga más de un largo camino que nos permite reflexionar, además de expresar, en la calle movilizados y en lucha nuestro rechazo, algunos aspectos de nuestra propia percepción de los hechos, que interrumpan la discusión sobre la agenda del enemigo.
En primer lugar aparece la figura del enemigo, que siempre está ahí, aunque desde el inicio de la democracia, el poder logró invisibilizarlo, con el objetivo de consolidar su poder construido desde la dictadura militar, afianzado por el Consenso de Washington y la imposición del Mercado absolutista, además de fragmentar el país con la Constitución Nacional de 1994 después.
Esa concatenación de hechos, producto del diseño estratégico del enemigo colonizador, está dispuesto a traspasar todos los límites institucionales, para preservar su estructura macro económica de dominación.
El enemigo permite siempre la ampliación de derechos sociales, también de los cambios cosméticos, he incluso una mejora en la distribución de la riqueza, mientras no se altere el funcionamiento pleno macro de la economía y de las relaciones internacionales, limitadas al mundo unipolar de EEUU, Israel, Inglaterra, UE y la OTAN.
De ahí la destrucción del UNASUR y la puesta en marcha, después de mucho tiempo de la lV Flota de EEUU para tutelar extorsionando, ese camino pétreo y colonizador.
Otra reflexión que ofrece este proceso es la necesaria reconstrucción del movimiento nacional y popular a través de una unidad en términos, que no se agote en lo electoral, siempre limitado a ésta democracia condicionada por ese poder hegemónico, sino que sea una avanzada fundacional, sobre objetivos estratégicos de Patria que han sido abandonados en las últimas décadas.
El sentimiento patriótico que anida en la mayoría de los argentinos, afianzado en propuestas que desde ahora inunden de esperanzas y recreen laas utopías dormidas.
Comenzar desde ahora definiendo desde el rechazo al FMI y la lV Flota, como la derogación de la ley de entidades financieras vigente desde la dictadura militar, proponer reconstruir el UNASUR y volver al BRICS desde una Argentina Bicontinental, denunciando el injerencismo de EEUU y sus herramientas de control económico, militar y de inteligencia, recuperar el control de los rías y el mar austral, nueva ley de tierras, nueva Constitución, rescatar el Estado como eje de salud, educación y seguridad social, rechazando la mercantilización de los servicios, además de proteger y promover los avances científicos tecnológicos con investigación aplicada, que fortalezca la industria nacional promoviendo el empleo, entre tantos otros objetivos soberanos y de justicia social.
El enemigo movió la pieza del juicio a Cristina, porque está en etapa terminal, en especial en aquellos aspectos que se decía doctorado como en macro economía. Ya chocó el Titanic, es sólo cuestión de tiempo su final, que los peronistas pretendemos que sea al menos costos social posible, aunque el poder pretende alentar el caos, sembrando odio, porque es su eje de control social a través de la represión y los ajustes brutales e inhumanos sobre todos los sectores de la comunidad.
Somos un pueblo de paz, que en determinados tiempos históricos hizo estallar la indignación para terminar por agotamiento y dolor, procesos políticos que aunque elegidos democráticamente, actuaron impunemente, mintieron, falsearon y entregaron el patrimonio nacional al enemigo.
La diferencia entre adversarios y enemigos se verifica en sus miradas políticas, que pueden diferir de las nuestras, pero en los adversarios desde un concepto de Patria arraigado, mientras que el enemigo vive miserablemente al servicio del colonizador.
El peronismo construirá el modelo social solidario biocéntrico, que proponía el Papa Francisco y que es la base filosófica de nuestra acción política, humanista, latinoamericanista, liberadora de cualquier atadura externa. Como marcó el Acta de la Independencia de las Provincias Unidas de Sudamérica en Tucumán.
“SEAMOS LIBRES LO DEMÁS NO IMPORTA NADA” SAN MARTÍN
“LOS MÁS INFELICES SERÁN LOS MÁS PRIVILEGIADOS” JOSE GERVASIO DE ARTIGAS
“INVENTAMOS O NOS DERROTAN” SIMÓN RODRIGUEZ A BOLÍVAR
Por Jorge Rachid
