José Gervasio Artigas (1764-1850) es mucho más que la fría estatua de un prócer uruguayo tal como lo muestran los libros de texto escritos por los historiadores liberales. Trabajador rural desde muy joven, en 1797 se incorpora al regimiento de Blandengues y lucha valientemente contra los ingleses en 1806 y 1807.
Ganado por los fastos de la Revolución de Mayo en su versión morenista -Mariano Moreno lo define como uno de los hombres claves para la revolución por su pericia militar- Artigas será el jefe de un movimiento insurreccional en la campaña oriental y el conductor de un frente policlasista integrado por peones, gauchos, indios, negros y hacendados. Estos últimos le quitarán su apoyo a partir de la sanción del Reglamento Agrario-en1815-que proponía una revolucionaria política de distribución de la tierra.
El historiador Jesualdo en su libro Artigas. Del vasallaje a la Revolución nos brinda un vívidocuadrodelapoyopopulardelquegozaba.Artigascontabaconhombres“(…)con viejas carabinas enmohecidas, sables mellados y sin empuñadura, pistolones y trabucos naranjeros, hojas de tijera de esquilar y medias lunas de desjarretar enastadas en caña, ornadas contra pos multicolores,van esos paisanos[…]es una multitududes harrapada que lo sigue de cerca. Es gente que no entiende jerarquías.¿qué es en verdad para ellos un jefe? […] nada más que un hombre más leído, más guapo, más hábil, más jinete, mejor enlazador o pialador, más ducho en las faenas de la yerra y del corambre, más discreto enamorador. Y a ese hombre no se le teme, se le admira. Por eso van ahí con él, siempre irán con él, sus muchachos…”
Es con este apoyo social que Artigas se transforma en el gran caudillo de la defensa nacionalenelPlata,defensordelafronteraexterioryluchadorparaimpedirlacreación de fronteras interiores: aspiraba a organizar una nación -con derechos plenos para las provinciasqueaceptasenformarla-yacrearunaconfederaciónsudamericanaopuesta a la política balcanizadora del imperio británico y de sus amigos vendepatrias de los puertos.
Pese a las deformaciones históricas que el mitrismo ha realizado con Artigas y su movimiento, lo cierto es que entre 1810 y 1820 el artiguismo era el poder político dominante en gran parte de nuestro actual territorio. Su influencia se extendía a las provincias de la Banda Oriental, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe. La revolución artiguista fue una insurrección de multitudes campesinas no impregnadas con perfume francés, ni subyugadas por la baratija inglesa, ni por las veleidades europeístas de las minorías “ilustradas”, de Buenos Aires y Montevideo.
El Protector de los Pueblos Libres llegó al final de su lucha, solo y traicionado hasta por sus propios lugartenientes .Ramírez-un gran guerrero sin visión política-se transformó por codicia en un instrumento de la burguesía porteña. Lo persiguió implacablemente para impedir que reorganizara sus fuerzas y pusiera en marcha un nuevo ejército integrado por masas de paisanos.
Ahora bien, ¿la traición es solo explicable por la ambición personal de sus tenientes? No, son intereses económicos los que se mueven como telón de fondo en esta historia. La traición se explica por el carácter librecambista de la política económica del litoral, más vinculada a la burguesía mercantil de Buenos Aires que al interior criollo proteccionista.
Don José será,precisamente, la víctima dilecta de los mercaderes del puerto de Buenos Aires. Estos lo combatieron sin piedad apoyando a los portugueses que invadieron la Banda Oriental ocupando la provincia. Lo derrotaron en Tacuarembó el 22 de enero de 1820 y debió exiliarse al Paraguay donde falleció el 23 de septiembre de 1850.
Artigas fue, entonces, un caudillo de masas, conductor de lo que fue una verdadera revolución social, permanente, auténticamente popular, federal, antiimperialista y latinoamericana.Ese es el legado que debemos recuperar hoy mientras luchamos para que en nuestra América vuelvan a soplar vientos de liberación.
Por: Maximiliano Molocznik