Costas gana apoyo clave: se incorpora Morvillo

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La gráfica Morvillo, en Avellaneda, continúa ocupada por sus trabajadores tras el abrupto cierre y la declaración de quiebra presentada por la empresa hace ya 42 días. En medio de un contexto económico adverso, con desplome de ventas y una caída del 60 por ciento en la producción que la patronal atribuye a la apertura de importaciones y el ajuste impulsado por el gobierno de Javier Milei, la fábrica se convirtió en un “bastión de resistencia obrera frente al avance de la crisis”, como lo denominan los propios trabajadores. En este marco, el entrenador de Racing Club, Gustavo Costas, expresó su respaldo a la lucha tomándose una foto con los trabajadores.

El municipio de Avellaneda entregó una distinción especial a los trabajadores de la gráfica por su lucha, en el marco del aniversario del distrito, reconociéndolos “como un ejemplo de organización y perseverancia frente al vaciamiento empresario”, según pudo conocer este medio.

Desde el inicio de la ocupación, los 250 trabajadores permanecen día y noche dentro del establecimiento. A pesar del desgaste que implica sostener la permanencia sin ingresos ni producción, lograron un fallo judicial que los autoriza como custodios legítimos de los bienes de la planta. Sin embargo, ahora se abre un nuevo frente de conflicto: el juez Diego Hernán Papa, del Juzgado Nacional Comercial N°12, dispuso que una empresa de seguridad privada se haga cargo del resguardo del lugar. La medida fue rechazada por la Comisión Interna.

“Hace 42 días que estamos nosotros cuidando los bienes de la empresa y somos los principales interesados en que esto se mantenga en perfecto estado”, explica Sebastián Rodríguez, secretario general de la Comisión Interna de Morvillo a Buenos Aires/12. “La seguridad anterior reforzada, por ejemplo, los primeros días de la ocupación, cuando estaban en la planta 2, que estaba a cargo de ellos, se reventaron un par de cofres, robaron herramientas”, denuncia.

Los trabajadores consideran que la designación de seguridad privada no solo es innecesaria sino contraproducente: “Encima la seguridad privada es un gasto importante que sale de la quiebra. Es decir, con la nuestra”, cuestiona Rodríguez. 

En paralelo, continúa abierta una vía de diálogo con el gobierno de la provincia de Buenos Aires. Si bien hubo encuentros con el ministro de Trabajo, Walter Correa, y gestos como el apoyo del Concejo Deliberante de Avellaneda y la Legislatura bonaerense (sin el respaldo de La Libertad Avanza ni del PRO), todavía no se concretaron soluciones de fondo. Los trabajadores proponen que la Provincia compre la planta y la reactive para la producción de materiales educativos, boletas electorales, revistas y folletería institucional.

“Queremos nuestros puestos de laburo, no vivir de un fondo de lucha con una ocupación eterna”, expresa Rodríguez. En esa línea, señalan que la planta cuenta con maquinaria en buen estado y personal con experiencia para asumir esa reconversión. “Somos 250 familias en la calle, con un promedio de más de 30 años de antigüedad, víctimas de una quiebra fraudulenta”, subraya.

Mientras tanto, la lucha pacífica continúa. “Nos organizamos pese a las dificultades que eso implica para garantizar presencia todos los días”, cuenta Rodríguez, quien también destaca la reciente recuperación de autos que los exdueños usaban con fines personales y que ahora están bajo resguardo de los trabajadores. A nivel económico, no perciben salarios y se sostienen con donaciones y aportes al fondo de lucha. “Muchos compañeros hacen changas”, agregan.

Sumar la causa al reclamo general

El sábado pasado se realizó un plenario abierto en las puertas de la fábrica con participación de múltiples gremios, organizaciones sociales, agrupaciones de jubilados y sindicatos combativos como AGD-UBA, Sutna, Ademys, UF Haedo, entre otros. En ese marco, se resolvió movilizar este miércoles 9 de abril al Congreso en una columna independiente junto a los jubilados y con un programa que plantea la ruptura con el FMI, el rechazo al ajuste del Gobierno y la exigencia de un paro activo de 36 horas por parte de las centrales sindicales.

La declaración conjunta subraya: “Romper con el FMI. Y que los recursos que van para pagar la deuda externa, vayan a un plan de viviendas y obras públicas, a industrializar el país, a jubilaciones y salarios dignos, para el presupuesto de salud y educación públicas y todas las necesidades populares”.

“Necesitamos difundir nuestro conflicto. Tuvimos bastante repercusión los primeros días de toma ya que somos la primer fábrica ocupada bajo el gobierno de Milei y ahora, casi 40 días después, vemos la necesidad de retomar la difusión pública”, refuerza Rodríguez.

Los trabajadores de Morvillo siguen apostando por una salida productiva que preserve sus fuentes de empleo. “Luchamos por la continuidad productiva, no podemos sostenernos eternamente con donaciones y con el fondo de lucha”, insistió el delegado.

La permanencia en la fábrica continúa, la pulseada judicial está abierta y el reclamo por una salida política y laboral viable se mantiene firme. Mientras no haya respuesta concreta, los trabajadores aseguran que seguirán dando pelea desde dentro de la gráfica con más de 50 años de vida en el conurbano.

Fuente: Pagina 12

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