La crisis económica en Argentina empuja a millones de familias a una situación financiera cada vez más difícil. El 90% de los hogares recurre al endeudamiento, principalmente para cubrir gastos cotidianos, y más de la mitad de las familias utilizan créditos, sobre todo tarjetas de crédito, para financiar alimentos. Esta tendencia refleja la incapacidad de muchos hogares para satisfacer sus necesidades básicas, en un contexto donde los precios siguen creciendo y los salarios no acompañan.
El impacto del endeudamiento en la vida diaria
El endeudamiento de los hogares argentinos afecta principalmente la capacidad para cubrir necesidades esenciales. El 41,4% de las familias utiliza sus ahorros para enfrentar gastos cotidianos, mientras que el 86% recurre a deuda, especialmente a través de tarjetas de crédito (53,6%) o préstamos informales de familiares y amigos (18,1%). La deuda por alimentos es una de las principales causas de este endeudamiento, ya que el 87,5% de las familias debe recurrir al crédito para poder alimentarse.
El costo de la vivienda y la pobreza estructural
El impacto de la inflación y la falta de recursos es también evidente en el acceso a la vivienda. En marzo de 2025, el costo de la Canasta Básica Total (CBT) para una familia tipo superó los $1.374.360, mientras que el ingreso promedio de los hogares no es suficiente para cubrir este valor. Esta situación lleva a muchos hogares a endeudarse para mantener un nivel mínimo de consumo, afectando su capacidad para planificar a futuro. El alquiler también sigue siendo una carga creciente para los hogares: el 64,6% de los inquilinos tiene deudas por alquiler y casi la mitad está atrasado en los pagos.
Alimentos y emergencia social
El impacto sobre la alimentación de las familias es alarmante. En marzo de 2025, el 58% de los hogares no pudo acceder a la Canasta Básica Alimentaria, y un 10,3% de las familias tuvo que reducir las comidas a una vez al día debido a la falta de recursos. Ante esta situación, muchas familias dependen de la ayuda de organizaciones sociales y comunidades para poder alimentarse, un signo claro de la creciente vulnerabilidad social.
Desigualdad y precarización laboral
A medida que aumentan los costos de vida, también se profundiza la desigualdad social. El 31,7% de las familias en situación de indigencia depende de la asistencia de organizaciones para cubrir sus necesidades básicas. La precariedad laboral también es un factor clave: un 40% de los trabajadores informales no reciben un salario suficiente para cubrir sus necesidades mínimas, lo que los obliga a endeudarse para sobrevivir.
Fuente: Infonews