No hubo foto. No hubo encuentro. No hubo tratamiento especial frente a los aranceles que impuso el gobierno de Donald Trump a las importaciones a los Estados Unidos. Lo único que se trajo Javier Milei de su nuevo viaje a ese país fue un ignoto premio del que nadie conoce el nombre.
El presidente Milei viajó hinchado de entusiasmo por fortalecer las relaciones carnales que intenta mantener con Washington pero lo único que se trajo de regreso a la Argentina fue el desaire y una valija cargada de nada. Puro fracaso. Apenas unos aplausos anodinos en la gala del “American Patriot” que tuvo lugar en Mar-a-Lago adonde Trump nunca llegó ni a asomar la nariz.
Ante la falta de un encuentro de primer nivel con Trump, el titular del Palacio de Hacienda tampoco se pudo sentar a conversar con corredores del FMI ni con los funcionarios de la Casa Blanca que pudieran ayudarlo a destrabar el mentado acuerdo de 10 mil millones de dólares.
La delegación argentina también se quedó con las ganas de conversar sobre una posible rebaja en los aranceles a productos extranjeros resuelta por Trump ni del acuerdo de libre comercio que anhela el gobierno libertario pero del que no quieren ni escuchar hablar en Washington.
A ello se sumó el duro revés político que anoche recibió el Gobierno por parte del Senado, que rechazó los pliegos de Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo como miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Fuente: Minuto Uno