Hasta este viernes, Javier Milei no lograba reunir en el Senado los votos para aprobar los pliegos de los candidatos a la Corte Suprema, Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla. Para evitar una derrota, la Casa Rosada presiona a los gobernadores de UP y al bloque UCR, árbitros de la sesión del 3 de abril.
Las cartas aún están echadas. El juez federal es el que más cerca está de torcer la historia. Más difícil la tiene el académico, que integra la Corte a partir de un decreto de Milei y porque el resto de cortesanos le tomó juramento. El máximo tribunal no aprobó el pedido de licencia del magistrado, que no quiere renunciar sin tener asegurado un sillón en la Corte.
Los negociadores del Gobierno duplicaron las gestiones “Hasta la semana pasada, sólo había llamados por Lijo, ahora empezaron a pedir por García-Mansilla”, contó a Letra P un vocero de UP, donde están los representantes de Santiago del Estero y Catamarca bajo la lupa oficial, además del cuarteto que armó un bloque aparte.
Por ahora, los números son adversos para el Gobierno, pero el final está abierto. Con 25 votos en contra (un tercio del recinto), un pliego queda rechazado. O al revés: se necesitan dos tercios para aprobarlo (48 votos), una mayoría que el oficialismo nunca alcanzó. Los números bajan si hay ausencias. La Libertad Avanza hará el intento de imponerse.
Con la sesión iniciada se sabrá quién es quién y eso es justamente lo que no quieren en el bloque UCR, que integran laderos de gobernadores y sin tierra. Coinciden en que el mejor escenario sería retirar los pliegos, una decisión que requiere la mayoría simple del recinto.
Milei no está dispuesto y ofrece variantes. Una es negociar las vacantes del Poder Judicial, una oferta que también le harán llegar a los mandatarios de todas las fuerzas. “Los votos no están, pero quedan dos semanas para negociar y no es poco”, destacan desde el bloque oficialista del Senado.
El futuro de la Corte Suprema
UP tiene 34 miembros y no hay voces a favor de García-Mansilla, que además cosecha el rechazo de Martín Lousteau (UCR) y Guadalupe Tagliaferri (PRO). Ambos firmaron en contra de su pliego en la comisión de Acuerdos. Los siete miembros que tiene UP presentaron un despacho en disidencia para habilitar su rechazo en el recinto. LLA intentó, sin éxito, dejar la reunión sin cuórum.
La bancada peronista se unió en esa jugada, de la cual participaron outsiders como Sergio Uñac y figuras cercanas a gobernadores, como Claudia Ledesma (Santiago del Estero). El principal reproche al académico es que en la audiencia del 28 de agosto dijo que no asumiría en la Corte si era nombrado por decreto y no cumplió con su palabra.
En las últimas 24 horas, los teléfonos en el Senado comenzaron a sonar para pedir por García-Mansilla y los representantes de provincias con gobernadores son los más demandados. El catamarqueño Raúl Jalil empezó a juntar los votos para el gobierno. El pliego de Lijo, que sí tuvo dictamen a favor, concentra más respaldo.
En UP cuentan a 20 como máximo en contra y 14 a favor del juez, entre los que hay figuras cercanas a todos los gobernadores, como Gildo Insfrán (Formosa), quien podría dividir a su tropa: María Teresa González a favor del pliego; y José Mayans, jefe de bloque, en contrae, como pide Cristina Fernández de Kirchner.
En el resto de los bloques hay al menos ocho figuras que ya se expresaron en contra del juez: Tagliaferri, el exlibertario Francisco Paoltroni; Lousteau, Pablo Blanco y Carolina Losada (de la UCR); Alfredo De Angeli, Luis Juez y Carmen Álvarez Rivero (del PRO). Los partidos provinciales están decididos a votar los dos expedientes junto al Gobierno.
El otro botín
La clave para Lijo es sumar respaldo en UP y conseguir ausencias de la UCR, donde su pliego quema. Es que su decisión de no renunciar como juez federal, si bien le impidió asumir en la Corte, le dio más poder en el Congreso. “Tiene un juzgado a cargo y subroga varios. No podes dejar la marca votando en contra”, confesó ante Letra P un vocero radical. Es por eso que este bloque le pide a Milei retirar el expediente.
El escenario está abierto, porque si quedan 11 de las 13 bancas vacías del radicalismo -una opción que nadie descarta- bajará el número necesario para llegar a los dos tercios y las cuentas son otras. En el Senado nadie descarta este escenario, porque, en verdad, no hubo voces en contra de Lijo por fuera de Blanco y Losada.
De hecho, este viernes desde la Casa Rosada dejaron trascender que para ablandar al partido centenario y a los gobernadores de todas las fuerzas, Santiago Caputo iniciará, de una vez por todas, la negociación para cubrir las vacantes de la justicia federal. Otro cargo vacante es el de Procurador General.
En la UCR temen pisar en falso. Algunos referentes se preguntan si votar en contra de los pliegos no tendrá como castigo no poder negociar vacantes en Tribunales. Es la negociación que se viene la semana que viene. No será fácil.
Fuente: Letra P