El aislamiento internacional del gobierno de Javier Milei se profundiza. Mientras los líderes de la región avanzan en la reconstrucción de la UNASUR para fortalecer la integración regional, el presidente argentino insiste en dinamitar el MERCOSUR y subordinarse a Estados Unidos.
El aislamiento internacional del gobierno de Javier Milei se profundiza. Mientras los líderes sudamericanos avanzan en la reconstrucción de la UNASUR para fortalecer la integración regional, el presidente argentino insiste en dinamitar el MERCOSUR y confrontar con Brasil. Su ausencia en la asunción del nuevo presidente uruguayo, Yamandú Orsi, marcó otro capítulo en su creciente desconexión con la región, dejándolo fuera de una cena clave donde Lula, Boric, Petro y Orsi sellaron acuerdos estratégicos para el futuro del bloque.
Un desplante que evidencia el quiebre
Milei decidió no asistir a la toma de posesión de Orsi, a pesar de que Argentina ostenta actualmente la presidencia pro tempore del MERCOSUR. En su lugar, envió a una funcionaria de bajo rango, Natalia Gunski, cuya presencia fue vista como una falta de consideración diplomática. Ni siquiera el embajador argentino en Uruguay estuvo presente, ya que su mandato venció y el gobierno aún no firmó el decreto para su reemplazo.
Este vacío protocolar fue leído como un mensaje claro: Milei no tiene interés en fortalecer lazos con sus vecinos. Su estrategia de apostar todo a una hipotética relación con Estados Unidos—y en particular con Donald Trump—no solo no ha dado frutos, sino que lo está dejando completamente aislado en el escenario sudamericano.
El regreso de UNASUR sin Argentina
Mientras Milei se ausentaba, en Montevideo se reunieron Lula, Boric, Petro y Orsi para avanzar en el relanzamiento de la UNASUR. Según fuentes diplomáticas, el regreso de Uruguay al bloque es un hecho, y la reactivación de este espacio es vista como una forma de consolidar la integración y, al mismo tiempo, dejar a Milei al margen de las decisiones estratégicas de la región.
“Ya nadie se interesa en criticar a Milei, pero relanzar un espacio común es una manera de aislarlo”, reveló un asistente a la cena. Además de los gobiernos progresistas de Brasil, Bolivia, Chile, Colombia y Uruguay, se espera que Paraguay, Perú, Surinam y Guyana se sumen a la iniciativa. Incluso Ecuador podría reincorporarse si el correísmo triunfa en las elecciones de abril.
En este nuevo esquema, Argentina quedaría fuera de los dos principales bloques regionales: MERCOSUR, que Milei amenaza con abandonar, y UNASUR, que se reactiva sin su participación.
Um encontro para fortalecer a democracia com os companheiros presidentes do Chile, @GabrielBoric, da Colômbia, @petrogustavo, e o presidente eleito do Uruguai, @OrsiYamandu, na embaixada brasileira em Montevidéu. 🇧🇷🇨🇱🇨🇴🇺🇾
— Lula (@LulaOficial) March 1, 2025
📸 @ricardostuckert pic.twitter.com/v0Lywk6p7t
La filosofía libertaria bajo cuestionamiento
El nuevo presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, no mencionó directamente a Milei en su discurso de asunción, pero sus palabras fueron interpretadas como una crítica directa al modelo ultraindividualista que el libertario promueve.
“Sobrevuela un concepto de libertad ultra individualista que predica el predominio del más fuerte. Nunca será esa nuestra noción de libertad”, expresó Orsi, diferenciándose claramente del discurso de Milei.
Con el avance de UNASUR y la consolidación de alianzas regionales, el presidente argentino queda cada vez más solo, atrapado en una estrategia internacional que no solo le resta aliados, sino que amenaza con debilitar la posición de Argentina en el mundo.
Fuente: Primereando las noticias