LA ARMADA BRANCALEONE

Read Time:3 Minute, 18 Second

“Cualquier parecido o similitud es pura coincidencia.”

Hace algunos años asistimos a una película protagonizada por Vittorio Gassman, que se tituló “La Armada Brancaleone”.

El film muestra a un grupo de pícaros ladrones, que despoja de sus alforjas a un caballero herido al borde de un río y esos sujetos llevan el botín a un mercader judío con el fin de vendérselo.

En el encontraron un pergamino por el cual el noble poseedor del mismo podía presentarse ante el feudo de Eurocastro de Puglia para reclamar su posesión.

Los ladrones y el mercader buscaron y encontraron un noble, Brancaleone de Norcia, venido a menos, con ínfulas de un grande pero muy incompetente, quien aceptó encabezar la partida para demostrar ante el mundo que era un verdadero jefe de una armada.

Comienzan a marchar, Brancaleone, ladrones y el judío, pero no les fue muy bien en su falsa cruzada, porque tuvieron que enfrentar muchas dificultades, en especial Brancaleone, quien se hizo cargo, desde batirse a duelo, defender la honra de una adolescente y hasta transitar por un pueblo abandonado por donde pasó la peste.

Una vez llegados al feudo, se enteran que el nuevo gobernante debería proporcionar defensas contra “el azote negro que viene del mar”, que, en realidad, eran las frecuentes invasiones de los corsarios sarracenos.

En conclusión, aparece el verdadero dueño del feudo y, a punto de ser ejecutados, son salvados por un monje loco, quien asume el mando de la armada y los conduce hacia Tierra Santa.

El contenido de esta película muestra un ejemplo de lo que sucede con quienes se creen más de lo que valen o de lo que son.

Varios siglos después, en la Argentina, presenciamos que un conjunto de sujetos perfectamente identificables, se reparten los bienes del Estado. Mientras, el Jefe que los encabeza, actúa despreocupándose de lo que sucede en el país y tratando a nivel internacional, de expresar hasta el mínimo detalle, su sujeción al Presidente de EE.UU., el que lo reconoce, por ahora, con frases admirativas hacia su gestión.

El mismo Presidente que luego de aportarle dinero y armamentos al bufón de Ucrania, la reclama la entrega de sus recursos naturales para compensar la ayuda recibida.

¿Hará lo mismo con el topo, quien espera que el FMI le otorgue un refuerzo para las casi inexistentes reservas argentinas? Si realmente el FMI concede este pedido, es por la intervención de Trump y aprestémonos, entonces, a seguir con atención, la negociación con los reclamos de ese organismo, sobre el pago de la monstruosa deuda, que nos dejaron los secuaces del PRO y del mismo ministro que nos endeudó durante la administración de Macri.

Pero el topo no deja de hacer maldades ni de crearse nuevos enemigos. Goza con todo ello. Por un lado se debate ante la imputación, entre otras, de “negociaciones incompatibles con la Administración Pública”, por la estafa en la que aparece promocionando la criptomoneda $LIBRA, lo cual es un escándalo nacional y mundial.

Entre los decretos que firmó antes de su último viaje a EE.UU., resuelve convertir al Banco de la Nación Argentina en una sociedad Anónima, a un paso de la privatización, lo que produjo la reacción de los empleados del organismo quienes aseguraron que “esto es querer vender lo que funciona, por lo que es un negociado espurio y una nueva estafa, encabezada por Milei”.

Hizo lo mismo con Yacimientos Carboníferos, lo que también provocó la reacción de los trabajadores, que defienden su trabajo y la existencia del organismo, situado en una zona estratégica.

Quien le pida al topo una cuota de sensibilidad pierde su tiempo. El hace su trabajo que es el de destruir el Estado y aplastar la rebeldía de la gente.

A esta altura de los acontecimientos, y, a pesar de sus defectos, necesitamos varios Brancaleone, para superar los sufrimientos y transformarlos en una vida digna que se imponga a la maldad que impera en la tierra.

Por Elena Marta Curone

Share on facebook
Facebook
Share on pinterest
Pinterest
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on email
Email
Scroll al inicio