DIVIDE Y REINARÁN Por Gustavo Terzaga Presidente de la Comisión de Desarrollo Cultural e Histórico Arturo Jauretche de Río Cuarto

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La agenda del peronismo progresista y todo su paquete de consignas, por caso el lenguaje inclusivo o la que facilita a los jóvenes la chance de cambiar de sexo a su antojo la importó y la dinamizó.Completamente el kirchnerismo y la ultraizquierda sin que el pueblo llano se lo demandara. No fue un reclamo que emergió naturalmente desde las bases populares, la bajaron de un conteiner enviado por el globalismo para seguir profundizando el mareo ideológico y el trastoque de nuestras prioridades para resolver los problemas en nuestra vida nacional. Eso creo yo.

Frente a eso, naturalmente, las expresiones de Trump sobre que de ahora en más en su país hay solo dos sexos y las de Milei en Davos (no todas, no la abolición del femicidio) son recibidas como un retorno a la sensatez y a la racionalidad por parte de una amplia mayoría silenciosa que no se moviliza a la plaza pero que no deja de enterarse y observarlo todo por la tv y las redes, para sacar su conclusiones de manera mas básica o mas compleja.

No, la sociedad no se derechizó, no vota para perder el empleo y que la repriman, sino que cuando se trastocan las prioridades y se ejerce una especie de imposición de clase con agendas que nada tienen que ver con las necesidades vitales del pueblo llano, muchos sectores se plantan y las rechazan para ir en busca de otras propuestas.

El punto clave es que esta agenda no necesariamente surgió de una demanda popular en términos cuantitativos, sino de la dirigencia de este peronismo alejada de la urgencia social que atrae el crimen económico del liberalismo, que es el que hay que combatir frontalmente para debilitar a este gobierno hambreador, entreguista y saqueador y desde allí construir una narrativa superadora como opción propia y de cara al pueblo.

El problema político de esta estrategia opositora es que, si bien moviliza a un sector ideológicamente convencido, urbano, universitario y clasemediero, que llena plazas y estadios, también genera una reacción adversa en otro sector de la sociedad que siente que estas políticas son impuestas a contrapelo.
Lo cierto es que el kirchnerismo y la izquierda han apostado a construir desde hace 10/15 años una identidad política en torno a estas causas, a la vez que han desatendido preocupaciones más extendidas y prioritarias como la inflación, la inseguridad, el desempleo, la pérdida del poder adquisitivo del salario, lo que, evidentemente, facilita el crecimiento de los discursos opositores más tradicionales.

En este caso, un segmento amplio de la sociedad argentina –más tradicional en valores y menos propenso a integrar nuevas alternativas abstractas que no les calzan adecuadamente – y de todos los sectores o niveles de la piramide, observa con recelo las agendas de diversidad y feminismo extremo, sin manifestarse abiertamente pero acumulando descontento que se traduce en las urnas.

Milei ha capitalizado este malestar y ha entendido que su electorado consume contenido político de manera más pasiva pero mucho mas dinámica, sin necesidad de salir a marchar, pero construyendo una identidad común dentro del discurso digital y en la identificación del jetoneo propio del presidente, tal como putea y se enerva un tipo común hastiado de su realidad.
Esta estrategia le consolida un capital político esquivo para el peronismo y que se traduce en legitimación y en votos sin recurrir a las formas tradicionales de movilización, además de permitirle correr el eje del debate público a su antojo donde debería ponerse casi enteramente el ojo en su calamitosa política económica a cambio del humo espeso de la “batalla cultural” que propone por X y en cada discurso. Por estos días, Milei es el que elige el terreno, donde y cuando, a pura provocación.

Evidentemente, el éxito de estos discursos radica en su capacidad de interpelar a quienes sienten que el debate de los ultimos años ha sido monopolizado por sectores sobreideologizados, en el marco de una crisis económica de arrastre de los ultimos 8 o 9 años, todo ello sumado a la histórica campaña oligárquica de demonización sobre cualquier version del peronismo que hace que muchos votantes asocien al kirchnerismo con prácticas clientelares y corrupción nivel Dios.
Este voto castigo refleja que, aunque el kirchnerismo puede seguir convocando grandes movilizaciones, eso no alcanza si una parte significativa de la sociedad quiere impedir su regreso al poder.
Si esta mayoría silenciosa que no pierde su tiempo movilizando sigue creciendo en su percepción de alienación, es probable que el giro hacia discursos más tradicionales y conservadores se fortalezca en el corto y mediano plazo y haga que la representación del campo popular y nacional no pare de coleccionar derrotas electorales.

Dicho todo esto, de cara a las elecciones legislativas de medio término programadas para el 26 de octubre del corriente año, la marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracial LGBTQI+ para este 1/2 como respuesta inmediata al discurso del presidente Javier Milei en Davos, que tendrá alcance nacional, “donde es necesario unirnos todes”, puede que en su deriva política fortalezca a La Libertad Avanza en la logica discursiva que le viene rindiendo bien o encuentre en la masiva concurrencia la punta del ovillo para esmerilar al gobierno e inflingirle una crisis política, convoque quien convoque. Veremos pronto.

En una nación como la nuestra, a la realidad doméstica imperante y a sus claves hay que entenderla desde la geopolítica y desde la deriva de los sucesos históricos recientes.

Por eso, la explicación a Milei hay que buscarla en 1982, en Alfonsín y en el Pacto de Olivos.

La derrota de Malvinas inauguró para la Argentina un estado democrático como dispositivo sutil y eficaz de sujeción colonial en su despliegue multidimensional: en lo historiográfico, en lo político, económico, jurídico, normativo, geográfico y en lo cultural. La división, el mareo y la desorientacion ideológica es su resultado.
Y la verdad es que el Peronismo fue creado para el estado soberano: industria pesada, astilleros y flota mercante, fabricaciones militares, orientación del crédito para el desarrollo nacional, FFAA en alianza con el pueblo, sindicatos, fortísima obra pública, empleo calificado, unidad Latinoamericana, participación popular y cultura criolla.
El Peronismo en un estado democrático como el actual solo puede perder identidad con el paso del tiempo y al ritmo del obsceno pragmatismo electoralista, la división de poderes y las “garantías” de la justicia y la libertad de prensa. El pueblo, el tercero excluido, lejos. 50% de pobreza institucionalizada.
Milei ganó con legitimidad popular siendo adorador y promotor de los mayores iconos coloniales, como Margaret Thatcher. Gobiernan los vencedores de Malvinas, por eso, en el reverso de la derrota, Malvinas es central para la causa nacional y su esclarecimiento.
Malvinas es la inspiración patriótica para devolver a nuestra politica la autoestima y la pretensión de construir nuevamente una estado soberano para el conjunto.

Por Gustavo Terzaga Presidente de la Comisión de Desarrollo Cultural e Histórico Arturo Jauretche de Río Cuarto

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