Ser campeón del mundo con la Selección Argentina es sinónimo de gloria eterna. Solo tres planteles pudieron conseguir este tan anhelado sueño: el equipo de 1978, 1986 y 2022. Y todos se destacan por tener entre sus filas a jugadores nacidos en Córdoba, cuna de crack y estrellas del fútbol argentino.
En 2022 estaba Julián Álvarez; en 1986 Héctor “El Negro” Enrique; y en 1978 Miguel Ángel “Cata” Oviedo. Este último, además, tuvo un paso llenó de éxito por Independiente, pero se retiró para convertirse en recepcionista, rubro que le permite llevar una vida tranquila.
Oviedo arrancó su camino en el fútbol en el club Palermo de Córdoba, aunque su debut profesional llegó en Instituto en 1973. Sin embargo, fue en 1974 cuando su carrera tomó un giro significativo al sumarse a Talleres, equipo en el que se consolidó como una pieza clave y jugó la final del Campeonato Nacional de 1977 frente a Independiente.
Su destacada trayectoria en Talleres llamó la atención de César Luis Menotti, quien lo convocó para formar parte del plantel que disputó el Mundial de 1978. Aunque su participación en el torneo se limitó a minutos en la semifinal contra Perú, Oviedo se alzó con el primer título del mundo de Argentina.
Después del Mundial, Oviedo llegó a Independiente, donde vivió otra etapa gloriosa al ser parte del plantel que conquistó la Copa Libertadores y la Intercontinental en 1984. Con un total de 453 encuentros, su trayectoria concluyó en Los Andes.
Su vida después del retiro
Tras colgar los botines, “Cata” Oviedo decidió incursionar en la dirección técnica, asumiendo el desafío de entrenar a Racing de Córdoba y otros equipos de la liga provincial. Sin embargo, con el tiempo, optó por apartarse del fútbol profesional para explorar un nuevo camino fuera de las canchas.
Hace más de dos décadas, comenzó a trabajar en el Polideportivo Municipal Carlos Cerutti, un espacio emblemático en Córdoba. Allí, se dedica a tareas administrativas y de recepción.
Fuente: minutouno
