El reciente cierre de dos sucursales de Diarco en Concordia, Entre Ríos, que dejó a 38 trabajadores sin empleo, se suma a una serie de cierres similares en todo el país y pone de manifiesto el colapso del mercado interno. En total, más de 180 despidos y una disminución sostenida de operaciones reflejan el impacto devastador de la actual crisis económica, agravada por las políticas económicas impulsadas por el gobierno de Javier Milei.
La cadena mayorista, que desempeñaba un rol clave en la provisión de productos tanto para pequeños comerciantes como para consumidores finales, enfrenta una caída de ventas derivada de la inflación descontrolada y la pérdida del poder adquisitivo de la población. El cierre de sus sucursales es una señal clara de cómo el deterioro de la economía afecta a las empresas que dependen de un mercado interno robusto.
Trabajadores despedidos relataron que el cierre fue abrupto, sin previo aviso, y que se encontraron con la noticia al llegar a sus lugares de trabajo. Desde el sector sindical, el Secretario General del Centro Empleados de Comercio de Concordia, Juan José Simonetti, señaló que las políticas neoliberales y los ajustes fiscales han llevado a una crisis que golpea particularmente a las pequeñas y medianas empresas, dejando a miles de empleados en la incertidumbre.
La situación de Diarco no es un caso aislado. Los cierres en otras localidades, como Lanús, Berazategui y Chaco, también han resultado en despidos masivos. Este fenómeno no solo afecta al comercio mayorista, sino que refleja un problema estructural más amplio: la debilidad del mercado interno, agravada por políticas que favorecen la liberalización de precios, importaciones descontroladas y flexibilización laboral, mientras ignoran la necesidad de estímulos para la demanda y la producción local.
En este contexto, los trabajadores despedidos se enfrentan a un panorama desolador, sin alternativas laborales inmediatas y con un poder adquisitivo en constante deterioro. Mientras tanto, las políticas económicas actuales parecen beneficiar a los grandes actores económicos a expensas de los sectores más vulnerables.
El cierre de sucursales de Diarco y otras empresas del sector es un indicador alarmante de un sistema económico que no logra sostener el empleo ni dinamizar el consumo interno. Este escenario plantea una urgente necesidad de medidas que prioricen el fortalecimiento del mercado interno, la protección de las PyMEs y la generación de empleo como pilares fundamentales para superar la crisis económica que atraviesa el país.