n un acto de resistencia sindical sin precedentes, los trabajadores estatales de Córdoba, liderados por el Sindicato de Empleados Públicos (SEP), paralizaron hoy la provincia en reclamo de salarios dignos y justicia laboral. La medida, que incluyó una masiva movilización hacia el Palacio 6 de Julio, fue calificada como “contundente e histórica” por sus organizadores, quienes prometieron intensificar las acciones si no obtienen respuestas del gobierno de Martín Llaryora.
@multimedio.mordisquito 💥🔥Tiemblan los libertarios de Córdoba: Trabajadores estatales paralizan nuevamente la ciudad reclamando por urgente recomposición salarial al gobernador Llaryora. @SEPCORDOBA ♬ sonido original – Multimedio Mordisquito
Desde temprano, empleados públicos, profesionales de la salud y otros sectores estatales se unieron bajo una misma consigna: “Si no hay aumento, habrá Cordobazo”. Las calles del centro de Córdoba se llenaron de trabajadores hartos de lo que denuncian como “políticas de ajuste y desidia gubernamental”. La protesta también sumó a gremios aliados como SUOEM y ATSA, en un frente común contra los recortes salariales y la precarización.
El gobernador Llaryora, señalado como el principal responsable de la crisis, enfrenta críticas severas por su aparente indiferencia hacia las demandas de los trabajadores. “Es inaceptable que la salud pública y los empleados estatales sean tratados como descartables. No vamos a parar hasta que se respeten nuestros derechos”, declararon desde el gremio ATSA, mientras mantenían guardias mínimas en hospitales para garantizar emergencias.
La jornada, que evocó las históricas luchas sindicales de Córdoba, culminó con una advertencia clara: “Nos están empujando al abismo. Si no hay soluciones, Córdoba se levantará con más fuerza que nunca”, expresó Sergio Castro, secretario general del SEP.
El gobierno provincial no ha emitido aún una respuesta oficial, pero los gremios ya anticiparon que, de continuar la negativa al diálogo, las medidas de fuerza se endurecerán. En el horizonte, un nuevo Cordobazo parece tomar forma, impulsado por el descontento creciente y la unidad de las bases sindicales.
